La Argentina Manuscrita

entraron poco más arriba de la por un río, que llaman , y caminando por los llanos de aquella tierra, encontraron muchos pueblos de indios de diversas lenguas y naciones, con quienes tuvieron grandes encuentros, ganando con unos, y perdiendo con otros.

Al cabo de muchas jornadas, llegaron a reconocer las y serranías del y acercándose a ellas, entraron por la frontera de aquel reino, entre la distancia que ahora llaman y el término de . Y hallando algunas poblaciones de indios, vasallos del poderoso , rey de todo aquel reino, dieron en ellos, y robando y matando cuanto encontraban, pasaron adelante más de cuarenta leguas, hasta cerca de los pueblos de Presto y , donde les salieron al encuentro gran multitud de . Por lo cual dieron vuelta, retirándose con tan buen orden, que salieron de la tierra sin recibir daño ninguno, dejándola puesta en grande temor, y a toda la en arma. Por cuya causa los mandaron con gran cuidado fortificar todas aquellas fronteras, así de buenos fuertes, como de gruesos presidios; según se ve el día de hoy, que han quedado por aquella cordillera, que llaman del , que es la general que corre por este reino más de dos mil leguas.

Salidos los portugueses a los llanos con toda su compañía, cargados de despojos de ropa, vestidos, y muchos vasos, manillas, y coronas de plata, de cobre, y otros metales, dieron la vuelta por otro más acomodado camino que hallaron, en el cual padecieron muchas necesidades de hambre y guerra, que tuvieron hasta llegar al Paraguay, y sus tierras y pueblos.

De donde se determinó a despachar al sus dos compañeros, a dar cuenta a de lo que habían descubierto en aquella jornada, y donde habían entrado, con la muestra de los metales, y piezas de oro y plata que habían traído de aquellas partes; quedándose el García en aquella provincia del , aguardando la correspondencia de lo que en esto se ordenase.

Pasados algunos días, concertaron algunos indios de aquella tierra de matarle, y así lo pusieron en efecto (y estos fueron los que habían ido con él a la jornada). Una noche, estando descuidado, le acometieron, y le mataron a él y a sus compañeros, sin dejar más en vida que un niño, hijo de García, que por ser de poca edad no le mataron, al cual yo conocí, que se llamaba como su padre, . Moviéronse los indios a hacer esto, por su mala inclinación

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La Argentina Manuscrita. ISSN 1668-0001. https://n2t.net/ark:/69774/rgm2020. CC BY 4.0