La Argentina Manuscrita

y preeminentes en aquella provincia; y ellos le han servido con mucha fidelidad, con sus personas y haciendas, y con los otros españoles y españolas que después vinieron, y se dirá adelante: con que se ha aumentado y amplificado la real corona.

El día de hoy ha llegado a tanto el multiplico y procreación, que se han fundado en aquella gobernación de sola aquella ciudad, ocho colonias de pobladores, correspondiendo todas a la antigua nobleza de donde proceden. Son comúnmente de gran valor y ánimo, inclinados a la guerra y a las armas, las cuales manejan con mucho acierto y destreza; en especial la escopeta ejercitan más que otras armas: y así cuando salen a sus jornadas se sustentan de la caza, la cual matan volando las aves a bala rasa; y es en tanto exceso su destreza, que al que no mata de un tiro, aunque sea un gorrión, es reputado por mal arcabucero. Son también buenos hombres de a caballo de ambas sillas, y por su entretenimiento doman un potro; sobre todo, muy obedientes a sus mayores, y leales con Su Majestad. Las mujeres son de buen parecer, hábiles en la labor y costura; nobles, de condición afable, discretas, y sobre todo virtuosas y honradas. Por todo lo referido ha venido aquella provincia en grande aumento, como se dirá en el discurso de este tratado subsecuente; y aquí da fin este primer libro.

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La Argentina Manuscrita. ISSN 1668-0001. https://n2t.net/ark:/69774/rgm2020. CC BY 4.0