La Argentina Manuscrita

Estando los dos en este cautiverio entre tan mala gente, fue el Señor servido de darle don de hacer cosas miraculosas, como fueron el sanar enfermos, dar vista a los ciegos, y lo que más es, resucitó un muerto con solo tocarle, diciendo: "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", tan grande era su fe! Con que vino a tener tanto crédito y estimación entre aquellos bárbaros, que le tenían por santo; y así le eligieron por su capitán; y de cautivo, libre y señor. El cual reconociendo su poder, determinó atravesar desde aquella provincia hasta la , que dista hartas leguas, donde ya había españoles.

Y puesto por obra, salió con su intento, y llegó a la ciudad de México, tardando en el viaje diez años, todos de peregrinación y cautiverio, sin que en todo este tiempo hubiese perdido la letra dominical, ni la cuenta del calendario, que fue prueba de gran memoria y cristiandad. De donde se embarcó el dicho año para Castilla, y llegado que fue, pretendió que Su Majestad le hiciese merced de la gobernación del con título de Adelantado; y Su Majestad se lo concedió con ciertas capitulaciones, que fueron que había de continuar el descubrimiento, población y conquista de aquellas tierras; para lo cual Su Majestad nombró capitanes que levantasen gente. Lo cual se hizo, y él se obligó al cumplimiento.

Puesto todo a pique, partió de en cinco navíos de armada el año de 1540, y navegando por ancho mar, tocó en la Gran Canaria, y Cabo Verde; y prosiguiendo su derrota, llegó a la línea equinoccial donde tuvo grandes calmas; y refrescando el temporal, siguió su derrota revolviendo al Austro, hasta voltear el : y siguiendo su viaje se puso en 28 grados, de donde se fue del Este a Oeste a tomar el . Desembarcó e hizo reseña de su gente, y halló que traía 700 hombres con la gente de la mar, en los que venían muchos caballeros, hidalgos y personas de calidad. Y porque me ha de ser forzoso tratar de algunos en este libro, haré mención de ellos, que son: un primo del adelantado, llamado , que el común le llamaba : , su sobrino; Alonso de Fuente, hijo de un veinte y cuatro de Jerez, y Antonio de Navarrete, don Martín de Villavicencio y Francisco de Peralta. De Sevilla, y Francisco de Vergara, su hermano, Martín Suárez de Toledo, Hernando de Saavedra, hijo del correo mayor de aquella ciudad, Pedro de Esquivel y Luis de Cabrera. De la de Córdoba, Alonso de Valenzuela, Lope de los Ríos, Pedro de Peralta, Alonso de Angulo y don Luis de Rivera. De , el capitán

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