La Argentina Manuscrita

la boca del Río Piquirí, de constelación enferma, porque demás de los vapores que salen de aquellos montes, está en el trópico de capricornio, por cuya causa es el sol muy dañoso y perjudicial, causando por el mes de marzo agudas fiebres, pesadas modorras y calenturas, aunque los naturales no son muy afligidos, y las sobrellevan mejor, y así se halló aquel río muy poblado de naturales: supliendo esta incomodidad la abundancia que en él hay de mucha caza y pesquería, y todo género de volatería. Algunos pueblos de aquel río se retiran por los meses de marzo y abril a otros ríos que vienen de la tierra adentro, que todos son muy poblados, y de más saludable constitución, por estar en más altura. Fueron empadronados en esta provincia, en todos los ríos comarcanos a esta ciudad, 40 mil fuegos, entendiéndose cada fuego, por un indio con su mujer e hijos; aunque siempre corresponden a mucho más, los cuales fueron encomendados en 60 vecinos, que por algunos años estuvieron en gran sosiego y quietud, y muy bien servidos y respetados de todos los indios de aquella provincia; y tan abastecidos de los frutos de la tierra, como de vino, azúcar, algodón, cera y lienzo que tejían en los telares, que eran tenidos por los más acomodados de aquella gobernación. Hasta que por discurso de tiempo les fue faltando el servicio personal, y los naturales comarcanos del río, con las continuas jornadas y salidas que hacían, y trabajos ordinarios que les daban, ocasionaron a esta ciudad muy grande diminución y miseria, como en el discurso de este libro se verá, con otras cosas que en aquella tierra sucedieron.


Capítulo IV

Cómo salió el capitán a la población de los , y lo que en ella ejecutó

Habiéndose aprestado para la población y conquista que le estaba cometida, con toda la gente que se le había ofrecido a ir en su compañía, salió de la este mismo año de 1557 con 220 soldados, y más de 1500 amigos, y copia de caballeros, armas y municiones; y embarcados los que iban por el río en doce barcas de vela y remo, y muchas canoas y balsas, navegaron con próspero viaje, y los de por tierra se fueron hasta tomar el puerto de con los indios amigos que llevaban; se embarcaron en los bajéles referidos, hasta reconocer la sierra de los , los cuales salieron de paz en sus canoas, y pasando adelante llegaron a

Mantenido por hdlabconicet

La Argentina Manuscrita. ISSN 1668-0001. https://n2t.net/ark:/69774/rgm2020. CC BY 4.0