mos salido. Permanecimos allí 5 días, y de nuevo abastecimos el navío de provisiones frescas y de mesa, como ser: pan, carne, agua y todo lo demás que se necesita en alta mar.
CAPÍTULO IV
VIAJAN POR ALTA MAR Y DESCRIBE SUS MARAVILLAS
Así toda la flota, á saber los 14 navíos, se volvieron á reunir. Nuevamente salimos mar afuera y navegamos por dos meses hasta que arribamos á una isla en que no había más que aves que matábamos á garrotazos. En este lugar demoramos 3 días. La isla está del todo despoblada; tiene de ancho y largo unas 6 millas (leguas) á todo viento y dista de la susodicha isla de San Augo (Santiago), de donde habíamos partido, 1.500 millas (leguas).
En este mar hay peces voladores, y otros muy grandes de la especie de las ballenas; otros también grandes, llamados Ichaub-huet-fischs (pez sombrero de paja) en razón de que un disco extremadamente grande les tapa la cabeza, con el que pueden ofender á los demás peces en sus