de allí estaban y artillados. Y al ver que ardían los 4 navíos que incendiaron los Indios, se prepararon á tirar y les metieron bala á éstos; y luego que los Indios se apercibieron, y oyeron las descargas, se pusieron en precipitada fuga y dejaron á los Cristianos muy alegres. Todo esto aconteció el .
CAPÍTULO XII
PADRÓN DE LA GENTE Y PREPARATIVOS
Habiendo sucedido todo ésto, la gente no tuvo más remedio que volverse á meter en los navíos, y thonn Pietro Manthossa, nuestro capitán general, entregó la gente á Joann Eyollas y lo puso en su lugar, para que fuese nuestro capitán y nos mandase. En seguida Eyollas pasó revista de la gente y halló que, de 2500 hombres que habían sido, no quedaban con vida más de 560; los demás habían muerto y perecido de hambre. ¡Dios el Todopoderoso se apiade [de ellos] y nos favorezca!
Después de esto, Juan Eyollas, nuestro capitán, hizo aprestar 8 navíos pequeños, parckhadines (bergantines) y potteles (bateles) y se sacó 400