nuevamente á Hispienia, porque así era la voluntad y mandamiento del Concejo de la Cesárea Majestad, que se le haga saber al dicho Concejo cómo eran los arreglos en aquella tierra y en qué estado se hallaba.
Después de todo esto, Joann Eyollas, nuestro capitán general, hizo junta con Aluiso Gabrero y con Mart[i]no Thoming[o] Ayona (Domingo Martínez de Irala) y otros de sus capitanes. También se resolvió que se pasase revista de la gente, y se halló que con los nuestros y los otros recién llegados de Hispanien, había 550 hombres; se separó, pues, 400 hombres para sí, y los restantes 150 los dejaron en los Tiembús, porque no alcanzaban los navíos; á éstos les nombraron un capitán llamado Carollus Doberin para que los mande y gobierne: éste