bién tener mucho oro y plata; pero ellos, los Pienbas, no habían visto nada. También nos contaron que los Karkeis eran gente entendida, como nosotros los Cristianos, y que tenían mucho de comer, trigo turco (maíz), mandeoch (mandioca), manduiss (maní), padades (batatas), wackekhue, mandeoch proprie, mandepore y otras raíces más, carne de las ovejas de los Indios, antas, esta una bestia como un burro, pero que tiene patas como una vaca, y el cuero grueso y obscuro; ítem venados, conejillos, gansos y gallinas en gran cantidad. Pero ni uno solo de los Piembas lo había visto personalmente, y sólo lo sabía de oídas; mas nosotros experimentamos como era la cosa.
Después de esto nuestro capitán general pidió algunos Pyenbas, para que fuesen con él tierra adentro; se prestaron de buen grado, y al punto el principal Pyenbas separó 300 Indios para que lo acompañasen y cargasen la mantención, y lo demás que les hacía falta, y mandó nuestro capitán que se aprestase la gente esta, porque él partiría dentro de 4 días; en seguida hizo que de los 5 navíos los 3 zarpasen, y en los 2 metió él 50 hombres de nosotros los Cristianos, desde que nosotros deberíamos permanecer allí por 4 meses durante su