quien nos recibió bien, aunque nosotros teníamos que desconfiar más de él que de los Indios; mas como aquí nos fue bien, demos siempre gracias a Dios el Creador por Cristo Jesús, su único Hijo, que hasta aquí tanto nos ha favorecido y de todos modos nos ha amparado.
CAPÍTULO LIII
LLEGADA A SAN VICENTE. VIAJE A ESPAÑA. MARAVILLAS DEL MAR
Ahora marchamos algo más adelante a una pequeña ciudad llamada S. Vicendo(San Vicente), 20 millas(leguas) de camino; allá llegamos el año 1553 anno Domini, el 13 de junio, en día de y dimos con un navío portugués, que estaba allí cargado con azúcar, palo de Brasil y algodón, y pertenecía al honorable Schezen; su factor está en Lisabonna (Lisboa), se llama Johann vonn Huessen, quien a más tiene otro factor allí en Vincendo (S. Vicente), llamado Petter Rosel.
Iten los antedichos señores Schezenn y Johan von Halsen tienen allá en la tierra muchos pueblos y villorrios azucareros, en que se hace azúcar año redondo. Así, pues, me recibió el susodicho Petter Rossel muy amistosamente y me trató muy en