y otras tantas de Santa Catalina que tiene a la parte del : es toda aquella costa muy montuosa, y cercada de grandes bosques. La cual población se continuó con la asistencia de Hernando de Trejo, que en este tiempo se casó con doña María de Sanabria, hija del Adelantado; de cuyo matrimonio hubieron y procrearon al Reverendísimo Señor don Fray Fernando de Trejo, Obispo de , que nació en aquella provincia. Puesta en efecto la población, se dio luego aviso a Su Majestad de lo sucedido, de que se tuvo por muy bien servido, por ser aquella una escala muy conveniente para la conquista y población de aquella tierra, y su comercio hasta el reino del , y las demás partes occidentales. Luego el año siguiente padecieron los pobladores muchas necesidades y trabajos, y como era toda gente de poca experiencia, no se daban ninguna maña a proveerse en las necesidades, ni a buscar de comer en aquella tierra: siendo, como es, tan abastecida de caza y pesquería. Y quien más esto sentía eran las Señoras doña , y otras de particulares que estaban en aquella población: por cuyas persuasiones y continuos ruegos, se movió Hernando de Trejo a desamparar aquel puerto, y despoblar la fundación que tenía hecha. Y conformándose todos en ello, lo pusieron en efecto, determinados a venirse por tierra a la . Salieron, pues, su camino la mitad de la gente con las mujeres por el río del arriba, y la otra mitad por tierra, hasta la falda de la sierra; con orden que cada noche se juntasen en su alojamiento. Y así caminaron por el mismo camino de ; hasta que un día, de los que iban por tierra con el capitán Saavedra, sucedió que una compañía de soldados se dividió de los otros para buscar algunas yerbas y palmitos, y otras cosas de comer, y alejándose más de lo que debían, no acertaron a volver a juntarse; y siendo buscados por aquellos bosques, fueron hallados todos muertos de hambre a los pies de los árboles y palmas a que se llegaban, para cortar y comer de las raíces y troncos. Murieron en esta ocasión 32 soldados, y los demás que quedaron con el capitán Saavedra se juntaron con los del río, que iban con Hernando de Trejo: y dejadas las canoas, subieron por una alta y áspera sierra, y llegando a su cima, descubrieron unos muy extendidos campos, todos poblados de indios naturales, de quienes fueron recibidos, en especial de un cacique de aquella tierra, llamado Gapúa. Y atravesando aquel territorio llegaron al río del Iguazú. De allí pasaron adelante al de Atibajiba; que es la provincia más poblada de