La Argentina Manuscrita

Francisco Homes Payaguá, que fue después deán de aquella santa iglesia, el padre Fonseca, capellán de Su Majestad, el bachiller Martínez, Hernando Carrillo de Mendoza, el padre racionero, que era de la ciudad de Toledo, , el padre Martín González, el licenciado Andrade y otros de quienes no hago mención, con otros religiosos de San Francisco, llamado el uno de ellos Fray Francisco de Armenia, y el otro Fray Juan de Salazar; y otros de la orden de Nuestra Señora de las Mercedes; todos los cuales, juntamente con los ciudadanos nobles y caballeros, recibieron, como tengo dicho, con la solemnidad debida a su nuevo Obispo; de que luego enviaron a dar aviso al General; el cual con el mismo gozo y contento partió luego para la ciudad, donde llegado a los pies de su pastor, se le postró humildemente, y le pidió su bendición, besándole las manos, y llorando de puro gozo y consolación; dando gracias a Nuestro Señor por tan gran merced, como todos recibían de su mano, en aquel socorro y auxilio. Luego el capitán Martín de Orue dio y entregó el pliego que traía de Su Majestad, cerrado y sellado, duplicado del que por la vía del Brasil se le había despachado con Esteban de Vergara, su sobrino; que a este tiempo ya se sabía por nueva cierta de su venida por tierra para esta ciudad, a donde en pocos días llegó con los mismos despachos, y otros que Su Majestad y Real Consejo enviaron por el buen gobierno de esta provincia, como en el libro siguiente se podrá ver.


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La Argentina Manuscrita. ISSN 1668-0001. https://n2t.net/ark:/69774/rgm2020. CC BY 4.0