La Argentina Manuscrita

para está guerra, así el Gobernador ordenó a cuatro capitanes con sus compañías, para que cada uno de ellos fuese corriendo por su parte aquella tierra, castigando a los rebeldes y obstinados, y recibiendo y pacificando a los que viniesen de paz. Y hecho esto, el Gobernador con el resto del campo se puso en cierto paraje de aquel territorio, sobre un río que llaman , que sale al , lugar dispuesto para sentar el campo; donde corriendo los unos y los otros aquel distrito, fueron siempre los indios de mal en peor, todo muy rebeldes y pertinaces. Cuando a este tiempo llegó al real un indio, y llevándolo a la tienda del Gobernador, y puesto en su presencia, dijo: "yo soy de la provincia de , y mensajero de tu hermano y , el cual confiando de mí, me despachó a decirte le socorrieses con gente y soldados españoles, por habérsele alzado los indios de aquella tierra de quienes estaba muy apretado; y he venido disimuladamente por estos pueblos rebeldes y gente de guerra, dando a entender ser uno de ellos, y con esto he podido pasar hasta aquí, que no ha sido poca dicha mía". El Gobernador le dijo, que como le daría crédito en que aquello fuese verdad, pues no le traía carta de su hermano, en que le avisase de lo que pretendía. A esto respondió, que no venía sin ella, por la cual satisfaría largamente, y mirando todos al indio que venía desnudo en carnes: con solo su arco y flechas en las manos, no vieron cosa alguna donde pudiese traer la carta que decía. El entanto alargó el brazo, y dando el arco al Gobernador, le dijo: "aquí hallarás lo que digo". Y rodeando el arco tampoco vieron cosa alguna escrita, ni donde pudiese venir: hasta que el mismo indio le tomó, y llegando a la empuñadura del medio, descubrió un encaje donde la traía, y sacándola vio el Gobernador el trabajo y necesidad en que estaban, y habiendo comunicado con los capitanes lo que se debía hacer, fue acordado se le despachase socorro; y por parecer de todos los más, se determinó el Gobernador fuese a este negocio el capitán : y así se determinó, aunque sabían que entre él y el había algún encuentro; y acudiendo a dar gusto al Gobernador, no obstante de eso se dispuso a salir luego, tomando en su compañía 70 soldados. Y caminando por sus jornadas, no sin algunos encuentros y resistencia que los enemigos le hicieron, pasó por aquella tierra hasta tomar el río del ; y llegado al puerto, le envió el las canoas necesarias para que pasase; y puestos de aquella banda, fue recibido de todos alegremente, entrando en la ciudad

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La Argentina Manuscrita. ISSN 1668-0001. https://n2t.net/ark:/69774/rgm2020. CC BY 4.0