Sobré lo cual se determinó no parar más allí un punto, sino que luego se prosiguiese con su jornada y así caminaron en demanda del río del Paraguay, despachando el General a un soldado, llamado Jácome, gran lenguaraz, con unos caciques naturales de aquella parte del río, que vinieron con el Obispo y Gobernador, a que diesen cuenta a los principales de aquella provincia, como ellos iban a hacerle mucha amistad; y así que les diesen seguro pasaje. Partido el mensajero, y llegado a la provincia del , comenzaron los naturales a turbarse y conmoverse, y en lugar de paz, tomaron las armas contra los españoles, y por principio de paga mataron luego a Jácome el mensajero; con lo que se alzó toda la tierra, sin que quedase ninguno en toda aquella provincia Y camino, que no lo hiciese, con tener de largo más de 150 leguas hasta la ciudad de la . De cuyo suceso, guerra y trabajos padecidos en este camino, se tratará en el capítulo siguiente.
Capítulo XV
De la guerra que los indios hicieron en aquel camino a , y su compañía
Caminando el General con buen orden con su gente en demanda del río Paraguay, no tuvo en todo aquel camino hasta el río ningún mal suceso ni pesadumbre con los indios de aquellos llanos. Y estando tres jornadas del pueblo, encontraron una tarde con siete u ocho indios con sus mujeres e hijos, que venían de la otra parte a visitar a los que estaban en esta, por ser todos deudos y parientes, y quedándose aquella noche en nuestro alojamiento, comenzaron algunos soldados a revolverles el hato que llevaban; y hallando un puño, de daga de plata dorada, luego conocieron todos era de la que llevaba en la cinta el mensajero Jácome, y se temieron de algún mal suceso. Y con él en la mano hablaron a los indios, y preguntaron de quien lo habían habido, sobre lo que comenzaron a desvariar: y poniendo a uno de ellos en cuestión de tormento, confesó lo que pasaba, expresando como le habían muerto los indios en el pueblo de Anguaguazú, los cuales, con los demás de aquella tierra estaban de terminados a no dejar pasar a los españoles, antes a hacerles cruda guerra hasta acabarlos. Con esta nueva recibió todo el campo gran turbación, y llegando al paraje del río, luego fueron sentidos de los indios