La Argentina Manuscrita

Capítulo XVI

De un tumulto que se levantó contra el capitán , y del socorro que se le hizo

Después que el capitán hubo allanado las alteraciones pisadas de los indios de la provincia de , a cuyo gobierno, como queda, dicho, fue enviado por el Gobernador , y por su lugar teniente estuvo en ella con toda paz y quietud, gozándola también los vecinos y encomenderos, hasta el año de 1569, que hubo ciertas novedades entre ellos, cuyo origen fue de esta manera. Habiéndose descubierto en aquella tierra unas piedras cristalinas que se crían dentro de unos cocos de pedernal muy apretados y juntos, con puntas piramidales de diferentes colores, unas moradas, otras verdes y amarillas, y otras más claras cristalinas, todas finas y resplandecientes como cristales, las cuales tuvieron en aquella tierra por piedras preciosas y de gran valor, porque ya decían eran rubíes, amatistas, iris y esmeraldas, y aun por muy preciosos diamantes; las cuales se hallan en aquella parte en los montes, bajo de tierra, donde sazonados los granos deshacen los cocos de pedernales, criándose en una arena como ceniza, quedando las piedras sueltas puras y netas; reventando algunos cocos bajo de tierra con la fuerza del incremento de las piedras, con estallido y estruendo tan grande que estremecen los montes, hallándose bajo de tierra los medios cocos con la fuerza del reventar, divididos más de diez pasos. Habiendo también otras diferencias de piedras, que se crían en unos tejuelos de pedernal como puntas de diamantes, grandes y pequeñas que llaman zafiros, y jacintos, que según el viso que tenían, así les aplicaban el nombre. Y como les pareciese que poseían la mayor riqueza del mundo, intentaron desamparar el pueblo y tomar la costa del mar para irse a Castilla con sus mujeres e hijos; y determinados secretamente a ponerlo en efecto, no pudo ser tan secreto que no fuesen sentidos, y presos los más incursos en este trato; que al fin vinieron a concluir bajo de grandes juramentos que se aquietarían, y no harían ningún movimiento: con lo cual fueron sueltos y libres de la prisión. Pero de ahí a algunos días, estando el capitán descuidado de esto, llegaron a su casa 40 vecinos y soldados todos armados, requiriéndole por escrito les diese caudillo para que fuese con ellos a los puertos de mar de aquella costa, de donde pudiesen dar cuenta a Su Majestad de la gran riqueza que tenían en aquellas

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La Argentina Manuscrita. ISSN 1668-0001. https://n2t.net/ark:/69774/rgm2020. CC BY 4.0