Dominábame el deseo de ir a las , posesión de los españoles; con frecuencia había oído hablar de la belleza y fertilidad del país y de las grandes riquezas que se extraían de él; pero ocurrió que tuve muchas dificultades para poner en práctica mi proyecto, porque es muy difícil para un extranjero trasladarse a aquellas regiones. Pero se presentó una oportunidad que favoreció mis designios y me dio ocasión de llevarlos adelante, de la siguiente manera.
En el año 1654, , a la sazón Protector de la Comunidad de Inglaterra, envió al con una flota de buques de guerra hacia las costas de Algarve y Andalucía, a esperar los galeones españoles que vienen anualmente de las . Habiendo sido advertidos de ello los españoles, resolvieron equipar una flota con toda rapidez para oponerse a los ingleses y frustrar sus designios. Con ese fin enviaron veintiocho buques de guerra y seis , bajo el mando de , cuyo Vice-Almirante era el a bordo de cuyo buque me hallaba.Las dos escuadras se avistaron mutuamente cerca del Cabo San Vicente, donde permanecieron muchos días;