destinado al vestido, lo cual, según estábamos informados, eran las mercaderías más propias para esas regiones. Ahora bien, es costumbre que cada vez que un buque con licencia llega a Buenos Aires (es decir, que tiene comisión para ello del ), el de la plaza o el Capitán del buque despache un mensajero al , con las cartas de España, si es que hay alguna, y también para advertir a los comerciantes de su llegada, con lo cual algunos de ellos salen inmediatamente para Buenos Aires o bien envían órdenes a sus corresponsales para que compren las mercaderías que creen convenientes. Me tocó en suerte ser enviado para cumplir ambos encargos, porque junto con una gran cantidad de cartas que habíamos traído con nosotros había un paquete grande de su Católica Majestad para el , guardado en un cajón de plomo, como suelen ir todos los despachos de la Corte Española para las , con el objeto de que si el buque que los lleva estuviera en inminente peligro de caer en manos de los enemigos, puedan arrojarlo por encima de la borda y que se hunda. Este paquete fue confiado a mis cuidados: contenía muchas cartas para el Virrey del y otros funcionarios principales de aquellas regiones, anunciándoles el del
Relación de un viaje al Río de la Plata
y de allí por tierra al Perú con observaciones sobre los habitantes, sean indios o españoles, las ciudades, el comercio, la fertilidad y las riquezas de esta parte de América