A qués tos son nom bra dos Tru ji lla nos
cual pue blo Cas trum Ju li i fue lla ma do
que cuan do le po bla ron los Ro ma nos
el nom bre de su Cé sar le fue da do
Fron te ros de es tas tie rras los pro fa nos
de a quel de sig nio pér fi do mal va do
ca ri bes i nhu ma nos ha bi ta ban
y to da la co mar ca mal tra ta ban
Co rrien do las ri be ras del gran Ta jo
y a ve ces por las sie rras de Al ta mi ra
po ní an en an gus tia y en tra ba jo
la gen te con su ra bia cru da y di ra
No de jan co sa vi va que de cua jo
cuan to pue de el ca ri be ro ba y ti ra
a cuál qui tan el hi jo y los ha be res
y a o tros con sus vi das las mu je res
Vis tos por los Ri ci nos tru ji lla nos
con á ni mo in ven ci ble be li co so
con tra a que llos ca ri bes i nhu ma nos
for ma ron cam po gran de y po de ro so
Ve ni do es te ne go cio ya a las ma nos
de en tre am bas par tes fue muy san gui no so
mas sien do los ca ri bes de ven ci da
las re li quias se po nen en hui da
Aquéstos son nombrados Trujillanos,
cual pueblo Castrum Julii fue llamado,
que cuando le poblaron los Romanos
el nombre de su César le fue dado.
Fronteros de estas tierras los profanos
de aquel designio pérfido, malvado,
caribes inhumanos habitaban,
y toda la comarca maltrataban.
Corriendo las riberas del gran Tajo,
y a veces por las sierras de Altamira,
ponían en angustia y en trabajo
la gente con su rabia cruda y dira.
No dejan cosa viva, que de cuajo,
cuanto puede el caribe, roba y tira;
a cuál quitan el hijo y los haberes,
y a otros con sus vidas las mujeres.
Vistos por los Ricinos trujillanos,
con ánimo invencible belicoso,
contra aquellos caribes inhumanos
formaron campo grande y poderoso.
Venido este negocio ya a las manos,
de entre ambas partes fue muy sanguinoso;
mas siendo los caribes de vencida,
las reliquias se ponen en huida.
Aquestos son nombrados Trujillanos;
Cual pueblo Castrum Julii fue llamado,
Qué cuando le poblaron los
El nombre de su le fue dado.
Fronteros de estas tierras los profanos
De aquel designio perfido, malvado,
inhumanos habitaban,
Y toda la comarca maltrataban.
Corriendo las riberas del gran Tajo,
Y a veces por las sierras de Altamira,
Ponian en angustia y en trabajo
La gente con su rabia cruda y dira.
No dejan cosa viva: que de quajo,
Cuanto puede el , roba y tira;
A cual quitan el hijo y los haberes,
Y a otros con sus vidas las mugeres.
Vistos por los Ricinos trujillanos,
Con ánimo invencible belicoso,
Contra aquellos inhumanos
Formaron campo grande y poderoso.
Venido este negocio ya a las manos,
De entre ambas partes fue muy sanguinoso:
Mas siendo los de vencida,
Las reliquias se ponen en huida.