El rí o que lla ma mos Ar gen ti no
del in dio Pa ra ná o mar lla ma do
de nor te a sur co rrien do su ca mi no
en nues tro mar del nor te en tra hin cha do
Pa re ce en su co rrien te un tor be lli no
o ti ro de ar ca buz a pre su ra do
Mas con el vien to sur plá ci da men te
se ven ce na ve gan do su co rrien te
De más de trein ta le guas es su bo ca
y dos ca bos y pun tas ha ce lla nas
Al tiem po que en la mar bra va se em bo ca
al un ca bo dos is las co mo her ma nas
es tán que ca da cual pa re ce ro ca
Los Cas ti llos se di cen muy cer ca nas
al ca bo que nom bré San ta Ma rí a
que po co de es tas is las se des ví a
Al o tro ca bo Blan co le lla ma mos
el cual en la mar en tra más de re cho
y más ba jo y por es to na ve ga mos
por más se gu ro es te o tro un po co tre cho
Des pués al o tro ca bo nos tor na mos
el cual es tá a la ban da del es tre cho
en tram bas cos tas son muy pe li gro sas
y de fu tu ros ca sos por ten to sas
El río que llamamos Argentino,
del indio Paraná o mar llamado,
de norte a sur corriendo su camino
en nuestro mar del norte entra hinchado.
Parece en su corriente un torbellino,
o tiro de arcabuz apresurado.
Mas con el viento sur plácidamente
se vence navegando su corriente.
De más de treinta leguas es su boca,
y dos cabos y puntas hace llanas.
Al tiempo que en la mar brava se emboca,
al un cabo dos islas, como hermanas,
están, que cada cual parece roca.
Los Castillos se dicen, muy cercanas
al cabo que nombré Santa María,
que poco de estas islas se desvía.
Al otro cabo, Blanco le llamamos,
el cual en la mar entra más derecho
y más bajo, y por esto navegamos,
por más seguro este otro, un poco trecho.
Después al otro cabo nos tornamos,
el cual está a la banda del estrecho;
entrambas costas son muy peligrosas,
y de futuros casos portentosas.
El rio que llamamos Argentino,
Del indio _Paraná_ ó mar llamado,
De norte a sur corriendo su camino
En nuestro mar del norte entra hinchado.
Parece en su corriente un torbellino,
O tiro de arcabus apresurado.
Más con el viento sur placidamente
Se vence navegando su corriente.
De mas de treinta leguas es su boca,
Y dos cabos y puntas hace llanas.
Al tiempo que en la mar brava se emboca,
Al un cabo dos islas, como hermanas,
Estan, que cada cual parece roca.
Los Castillos se dicen, muy cercanasAl cabo que nombré Santa Maria,
Que poco de estas islas se desvía.
Al otro cabo, Blanco le llamamos,
El cual en la mar entra mas derecho
Y mas bajo, y por esto navegamos,
Por mas seguro este otro, un poco trecho.
Despues al otro cabo nos tornamos,
El cual está a la banda del Estrecho:
Entrambas costas son muy peligrosas,
Y de futuros casos portentosas.