Do ce le guas de a quí Mar tín Gar cí a
u na is la de es te nom bre es tá lla ma da
u na le gua de tie rra se des ví a
y más de le gua y me dia es pro lon ga da
A par tes por el bos que es tá som brí a
y a par tes tie rra al ta y a som bra da
don Pe dro y Juan Or tiz a llí po bla ron
y de ham bre mu cha gen te se pul ta ron
A quí lle gó E duar do de Fon ta no
el a ño so bre mil y los qui nien tos
de o chen ta con más dos con vien to sa no
mas no su po de pue blos ni de a sien tos
que si a ca so su pie ra el lu te ra no
que a llí ha bí a po bla dos y ci mien tos
sin du da en pe sa dum bre nos pu sie ra
que ha bí a el a pa re jo en gran ma ne ra
Cua tro le guas de a quí ya na ve ga das
las is las de San Lá za ro es tán jun tas
de tie rra me dia le gua des via das
a do en de re zan am bas sen das pun tas
Es tán a ques tas is las se pa ra das
aun que al pa re cer no es tán dis jun tas
Y ha bien do me dia le gua na ve ga do
es tá el U ru guay rí o a fa ma do
Doce leguas de aquí Martín García,
una isla de este nombre está llamada;
una legua de tierra se desvía,
y más de legua y media es prolongada.
A partes por el bosque está sombría,
y a partes tierra alta y asombrada,
don Pedro, y Juan Ortiz allí poblaron,
y de hambre mucha gente sepultaron.
Aquí llegó Eduardo de Fontano,
el año sobre mil y los quinientos
de ochenta con más dos, con viento sano,
mas no supo de pueblos ni de asientos,
que si acaso supiera el luterano
que allí había poblados y cimientos,
sin duda en pesadumbre nos pusiera,
que había el aparejo en gran manera.
Cuatro leguas de aquí ya navegadas,
las islas de San Lázaro están juntas,
de tierra media legua desviadas
a do enderezan ambas sendas puntas.
Están aquestas islas separadas,
aunque al parecer no están disjuntas.
Y habiendo media legua navegado,
está el Uruguay, río afamado.
Doce leguas de aquí Martin Garcia,
Una isla de este nombre está llamada:
Una legua de tierra se desvía,
Y mas de legua y media es prolongada.
A partes por el bosque está sombria,
Y a partes tierra alta y asombrada,
, y
Y de hambre mucha gente sepultaron.
Aquí llegó Eduardo de Fontano,
El año sobre mil y los quinientos
De ochenta con mas dos, con viento sano,
Mas no supo de pueblos ni de asientos:
Que si acaso supiera el luterano
Que allí habia poblados y cimientos,
Sin duda en pesadumbre nos pusiera,
Que habia el aparejo en gran manera.
Cuatro leguas de aquí ya navegadas
Las islas de San Lázaro estan juntas,
De tierra media legua desviadas
A dó enderezan ambas sendas puntas.
Estan aquestas islas separadas,
Aunque al parecer no estan disjuntas,
Y habiendo media legua navegado,
Está el Uruguay, rio afamado.