De le gua más a trás en ca na la do
el Pa ra ná des cien de po de ro so
un pe ñas co te rri ble es tá ta ja do
de a do se a rro ja y ca e muy fu rio so
El es truen do que ha ce es muy so bra do
y el hu mo al ai re tie ne te ne bro so
u na no che dor mí en u na sá ba na
dos le guas de él mas fue la To le da na
Yo pro pio lo he o í do a na tu ra les
tra tan do de es te sal to y su gran de za
que es ta ban con te mo res de si gua les
a o ír a quel so ni do y su bra ve za
Las a ves hu yen de él los a ni ma les
o yen do su es truen do sin pe re za
ca mi nan no pa ran do a pre su ra das
y con te mor las co las en ros ca das
Des pués es tá Guai ra ciu dad en fer ma
y que por Mel ga re jo fue po bla da
Mas él po drá de cir cier to Be ler ma
de mí pa ra mí mal fue en gen dra da
Es cau sa que Rui Dí az nun ca duer ma
la gen te Chi ri gua na le van ta da
por don de el po bre vie jo an da a la gue rra
con ti no por te ner en paz la tie rra
De legua más atrás encanalado
el Paraná desciende poderoso,
un peñasco terrible está tajado
de a do se arroja y cae muy furioso.
El estruendo que hace es muy sobrado,
y el humo al aire tiene tenebroso,
una noche dormí en una sábana,
dos leguas de él, mas fue la Toledana.
Yo propio lo he oído a naturales,
tratando de este salto y su grandeza,
que estaban con temores desiguales
a oír aquel sonido y su braveza.
Las aves huyen de él; los animales,
oyendo su estruendo, sin pereza
caminan, no parando apresuradas,
y con temor las colas enroscadas.
Después está Guaira, ciudad enferma,
y que por Melgarejo fue poblada.
Mas él, podrá decir cierto Belerma,
de mí para mí mal fue engendrada.
Es causa que Rui Díaz nunca duerma,
la gente Chiriguana levantada,
por donde el pobre viejo anda a la guerra
con tino por tener en paz la tierra.
De legua mas atras encanalado
El Paraná desciende poderoso:
Un peñasco terrible está tajado
De a do se arroja y cae muy furioso.
El estruendo que hace es muy sobrado,
Y el humo al aire tiene tenebroso,
Una noche dormí en una sábana,
Dos leguas de él, mas fue la Toledana.
Yo proprio lo he oido a naturales,
Tratando de este salto y su grandeza,
Que estaban con temores desiguales,
A oir aquel sonido y su braveza.
Las aves huyen de él; los animales,
Oyendo su estruendo, sin pereza
Caminan, no parando apresuradas,
Y con temor las colas enroscadas.
Despues está Guaira, ciudad enferma,
Y que por fue poblada.
Mas él, podrá decir cierto ,
De mi para mi mal fue engendrada.
Es causa que nunca duerma,
La gente levantada,
Por donde el pobre viejo anda a la guerra
Con tino, por tener en paz la tierra.