Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Po bla da es tam bién o tra ciu dad

cua ren ta le guas más a rri ba de és ta

En e lla hay de me ta les can ti dad

em pe ro aun que los ha ya de qué pres ta

ha blan do co mo es jus to la ver dad

que el hom bre es lo que lo a llá les res ta

pues ve mos plo mo sa ca Mel ga re jo

y hie rro con te ner po co a pa re jo

Al Pa ra es ya tiem po que de je mos

y al Pa ra guay a me no re vol va mos

en el cual a la cla ra bien ve re mos

que es ci fra do el bien que de se a mos

el bien di go que en tie rra pre ten de mos

que a go ra del di vi no no ha bla mos

que a que se so lo y su mo bien su per no

es lo en go zar de Dios e ter no

En tran do al Pa ra guay a iz quier da ma no

el I pi se ve que es o fa mo so

muy plá ci do des cien de por un lla no

de pal mas y lau re les muy co pio so

El Pa ra mi ní es cer ca no

que al Pa ra tra vie sa cau da lo so

ha cien do trian gu lar u na is la lla na

de do ce le guas ca si de sa ba na

Poblada está también otra ciudad,

cuarenta leguas más arriba de ésta.

En ella hay de metales cantidad,

empero aunque los haya, ¿de qué presta?,

hablando como es justo la verdad,

que el hombre es lo que sólo allá les resta,

pues vemos plomo saca Melgarejo,

y hierro, con tener poco aparejo.

Al Paraná es ya tiempo que dejemos,

y al Paraguay ameno revolvamos,

en el cual a la clara bien veremos

que está cifrado el bien que deseamos,

el bien, digo, que en tierra pretendemos,

que agora del divino no hablamos,

que aquese solo y sumo bien superno

está sólo en gozar de Dios eterno.

Entrando al Paraguay a izquierda mano,

el Ipití se ve, que es río famoso;

muy plácido desciende por un llano

de palmas y laureles muy copioso.

El Paraná-miní está cercano,

que al Paraná traviesa caudaloso,

haciendo triangular una isla llana

de doce leguas casi de sabana.

Poblada está tambien otra ciudad,

Cuarenta leguas mas arriba de esta.

En ella hay de metales cantidad,

Empero, aunque los haya ¿de que presta?

Hablando como es justo la verdad,

Que el hombre es lo que solo allá les resta,

Pues vemos plomo saca ,

Y hierro, con tener poco aparejo.

Al Paraná es ya tiempo que dejemos,

Y al Paraguay ameno revolvamos;

En el cual a la clara bien veremos,

Que está cifrado el bien que deseamos.

El bien, digo, que en tierra pretendemos,

Que agora del divino no hablamos;

Que aquese solo y sumo bien superno,

Está solo en gozar de Dios eterno.

Entrando al Paraguay a izquierda mano,

El Ipití se ve, que es río famoso:

Muy plácido desciende por un llano

De palmas y laureles muy copioso.

El Paraná-miri está cercano,

Que al Paraná traviesa caudaloso,

Haciendo triangular una isla llana,

De doce leguas casi de sábana.

Volver al Índice

Mantenido por hdlabconicet

2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0