Canto tercero
En que se trata de la calidad de la tierra, animales, reptiles y espantosísimas víboras y serpientes; de la sirena, del carbunclo, de unas mariposas que se tornan en gusanos, y después en ratones, y otras maravillas.
De más de que en no so tros se ña la da
la lum bre es tá de Dios co mo cre e mos
y el al ma por él mis mo fue cria da
a su ben di ta i ma gen lo le e mos
Pa ra que de es ta suer te doc tri na da
en bien fue se a sí mis mo si que re mos
mi rar las cor po ra les cria tu ras
ve re mos que son vi vas es crip tu ras
La flor de la gra na da o gra na di lla
de In dias y mis te rios en ce rra dos
a quién no cau sa rá gran ma ra vi lla
Fi gú ran se los do ce con sa gra dos
de u na co lor ver de y a ma ri lla
la co ro na y los cla vos tres mo ra dos
tan na tu ral es tán y ca si al vi vo
que yo me ad mi ro a go ra que lo es cri bo
Demás de que en nosotros señalada
la lumbre está de Dios como creemos,
y el alma por él mismo fue criada
a su bendita imagen, lo leemos.
Para que de esta suerte doctrinada
en bien fuese así mismo, si queremos
mirar las corporales criaturas,
veremos que son vivas escripturas.
La flor de la granada o granadilla
de Indias, y misterios encerrados,
¿a quién no causará gran maravilla?
Figúranse los doce consagrados
de una color verde y amarilla;
la corona y los clavos tresmorados
tan natural están, y casi al vivo,
que yo me admiro agora que lo escribo.
Demas de que en nosotros señalada
La lumbre esta de Dios como creemos,
Y el alma por él mismo fué criada
A su bendita imagen, lo leemos.
Para que de esta suerte doctrinada
En bien fuese así mismo; si queremos
Mirar las corporales criaturas,
Veremos que son vivas escripturas.
La flor de la granada ó granadilla
De Indias, y misterios encerrados,
¿A quien no causara gran maravilla?
Figúranse los doce consagrados,
De una color verde y amarilla:
La corona y los clavos tresmorados
Tan natural estan, y casi al vivo,
Que yo me admiro agora que lo escribo.