I za el trin que te a mai na la me sa na
a fe rra e se ti món que i mos per di dos
a la bom ba a la bom ba muy de ga na
que se re mos de pres to su mer gi dos
Cuál lla ma San Lo ren zo cuál San ta A na
San Tel mo di cen o tros a fli gi dos
o tros San Ni co lás que pu so qui lla
y cos ta do de nos ten ga man ci lla
El se xo fe me nil y la cri mo so
le van ta ha cia el cie lo vo ce rí a
Con la fu ria del vien to tan fu rio so
la u na na ve de o tra se des ví a
mas vol vien do la mar en su re po so
con viér te se el do lor en a le grí a
y lle gan a Ca na ria muy u fa nos
do to man tie rra y sa len muy ga la nos
Des pués de ha ber se a quí ya re fres ca do
a pro se guir tor na ron su via je
Ha bien do ya diez dí as na ve ga do
ha llá ron se muy cer ca del pa ra je
de las is las y ca bo que es lla ma do
Ver de en fer mo a sien to y es ta la je
can sa dos del sa ño so y lar go la go
to ma ron la que di cen de San tia go
"Iza el trinquete, amaina la mesana,
aferra ese timón que imos perdidos;
a la bomba, a la bomba muy de gana,
que seremos de presto sumergidos".
Cuál llama San Lorenzo, cuál Santa Ana,
San Telmo dicen otros afligidos,
otros San Nicolás, que puso quilla
y costado, de nos tenga mancilla.
El sexo femenil y lacrimoso
levanta hacia el cielo vocería.
Con la furia del viento tan furioso
la una nave de otra se desvía;
mas volviendo la mar en su reposo
conviértese el dolor en alegría,
y llegan a Canaria muy ufanos,
do toman tierra y salen muy galanos.
Después de haberse aquí ya refrescado,
a proseguir tornaron su viaje.
Habiendo ya diez días navegado,
halláronse muy cerca del paraje
de las islas y cabo que es llamado
Verde, enfermo asiento y estalaje;
cansados del sañoso y largo lago,
tomaron la que dicen de Santiago.
Iza el trinquete, amaina la mesana,
Aferra ese timon que imos perdidos;
A la bomba, a la bomba muy de gana,
Que seremos de presto sumergidos,
Cual llama , cual ,
dicen otros afligidos,
Otros , que puso quilla
Y costado, de nos tenga mancilla.
El sexo feminil y lacrimoso
Levanta hacia el cielo vocería.
Con la furia del viento tan furioso
La una nave de otra se desvía;
Mas volviendo la mar en su reposo
Conviertese el dolor en alegría,
Y llegan a Canaria muy ufanos,
Do toman tierra, y salen muy galanos.
Despues de haberse aquí ya refrescado,
A proseguir tornaron su viage.
Habiendo ya diez dias navegado,
Hallaronse muy cerca del parage
De las islas, y Cabo que es llamado
Verde, enfermo asiento y estalage,
Cansados del sañoso y largo lago,
Tomaron la que dicen de .