Del gran Car los las ar mas le pu sie ron
y po se sión por él a llí to man do
y lue go su via je pro si guie ron
y en el puer to de Ve ra le en ce rran do
bien co mien do a le gres es tu vie ron
Con ti nuó por la pla ya ma ris can do
que hay en a quel puer to gran de su ma
de her mo sos pes ca dos co mo es pu ma
Es tan do pues a quí ha co men za do
el de mo nio sus co sas tan u sa das
Sa la zar que con o tros se ha jun ta do
a Juan de O so rio dan de pu ña la das
En vi dia y co bar dí a lo han cau sa do
por ser las o bras dél tan se ña la das
a don Pe dro hi cie ron que cre ye se
que le i ba en es ta muer te el in te re se
Al prin ci pio el e rror aun que pe que ño
gran dí si mo se ha ce al fin y ca bo
E ra es te ca ba lle ro ha la güe ño
con to dos y en a ques to más le a la bo
que en ver le sa cu di do y za ha re ño
con no bles de lo cual le de sa la bo
que al más po bre sol da do en más te ní a
que diez de pre sump ción de hi dal guí a
Del gran Carlos las armas le pusieron
y posesión por él allí tomando,
y luego su viaje prosiguieron,
y en el puerto de Vera le encerrando,
bien comiendo alegres estuvieron.
Continuó por la playa mariscando,
que hay en aquel puerto grande suma
de hermosos pescados como espuma.
Estando pues aquí, ha comenzado
el demonio sus cosas tan usadas;
Salazar que con otros se ha juntado
a Juan de Osorio dan de puñaladas.
Envidia y cobardía lo han causado,
por ser las obras dél tan señaladas;
a don Pedro hicieron que creyese
que le iba en esta muerte el interese.
Al principio el error, aunque pequeño,
grandísimo se hace al fin y cabo.
Era este caballero halagüeño
con todos; y en aquesto más le alabo
que en verle sacudido y zahareño
con nobles, de lo cual le desalabo,
que al más pobre soldado en más tenía
que diez de presumpción de hidalguía.
Del gran las armas le pusieron
Y posesion por él alli tomando,
Y luego su viage prosiguieron,
Y en el puerto de Vera le encerrando,
Bien comiendo alegres estuvieron.
Continuo por la playa mariscando,
Que hay en aquel puerto grande suma
De hermosos pescados como espuma.
Estando pues aquí, ha comenzado
El demonio sus cosas tan usadas;
que con otros se ha juntado
A dan de puñaladas.
Envidia y cobardia lo han causado,
Por ser las obras del tan señaladas:
A hicieron que creyese
Que le iba en esta muerte el interese.
Al principio el error, aunque pequeño,
Grandisimo se hace al fin y cabo.
Era este caballero halagüeño
Con todos; y en aquesto mas le alabo,
Que en verle sacudido y zahareño
Con nobles, de lo cual le desalabo,
Que al mas pobre soldado en mas tenia,
Que diez de presumpcion de hidalguia.