Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Que por Ca pi tán y por Te nien te

y en muer te su ce sor de a que lla tie rra

O yo las que fue a rri ba con la gen te

a Fran cis co Ruiz ha ce la gue rra

en Bue nos Ai res y an da di li gen te

mas po co le a pro ve cha que la pe rra

pes fe ra cruel ham bre ca ni na

a to dos a ban do na y los a rrui na

La gen te ya co mien za a en fla que cer se

las ra cio nes se a cor tan ca da a

no pue de el pa dre al hi jo so co rrer se

que ca da cual su muer te más te a

y aun que es muy na tu ral el con do ler se

y ca da cual del o tro se do a

em pe ro más su vi da pro cu ra ba

y ca ri dad de sí la co men za ba

Un he cho ho rren do di go las ti mo so

a quí su ce de es ta ban dos her ma nos

de ham bre el u no mue re y el ra bio so

que vi vo es le sa ca los li via nos

y bo fes y a sa du ra y muy go zo so

los cue ce en u na o lla por sus ma nos

y me los y cuer po se co mie ra

si la muer te del muer to se en cu brie ra

Quedó por Capitán y por Teniente,

y en muerte sucesor de aquella tierra,

Oyolas, que fue arriba con la gente;

acá Francisco Ruiz hace la guerra

en Buenos Aires y anda diligente,

mas poco le aprovecha, que la perra

pestífera cruel hambre canina

a todos abandona y los arruina.

La gente ya comienza a enflaquecerse,

las raciones se acortan cada día,

no puede el padre al hijo socorrerse,

que cada cual su muerte más temía;

y aunque es muy natural el condolerse,

y cada cual del otro se dolía,

empero más su vida procuraba

y caridad de sí la comenzaba.

Un hecho horrendo digo lastimoso,

aquí sucede: estaban dos hermanos;

de hambre el uno muere, y el rabioso

que vivo está, le saca los livianos

y bofes y asadura, y muy gozoso

los cuece en una olla por sus manos

y cómelos; y cuerpo se comiera,

si la muerte del muerto se encubriera.

Quedo por Capitan y por Teniente,

Y en muerte sucesor de aquella tierra,

, que fué arriba con la gente:

Aca hace la guerra

En Buenos Aires, y anda diligente,

Mas poco le aprovecha, que la perra

Pestífera cruel hambre canina,

A todos abandona y los arruina.

La gente ya comienza a enflaquecerse,

Las raciones se acortan cada dia,

No puede el padre al hijo socorrerse,

Que cada cual su muerte mas temia;

Y aunque es muy natural el condolerse,

Y cada cual del otro se dolia,

Empero mas su vida procuraba,

Y caridad de si la comenzaba.

Un hecho horrendo, digo lastimoso,

Aqui sucede: estaban dos hermanos;

De hambre el uno muere, y el rabioso

Que vivo esta, le saca los livianos

Y bofes y asadura, y muy gozoso

Los cuece en una olla por sus manos,

Y comelos; y cuerpo se comiera,

Si la muerte del muerto se encubriera.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0