Que dó por Ca pi tán y por Te nien te
y en muer te su ce sor de a que lla tie rra
O yo las que fue a rri ba con la gen te
a cá Fran cis co Ruiz ha ce la gue rra
en Bue nos Ai res y an da di li gen te
mas po co le a pro ve cha que la pe rra
pes tí fe ra cruel ham bre ca ni na
a to dos a ban do na y los a rrui na
La gen te ya co mien za a en fla que cer se
las ra cio nes se a cor tan ca da dí a
no pue de el pa dre al hi jo so co rrer se
que ca da cual su muer te más te mí a
y aun que es muy na tu ral el con do ler se
y ca da cual del o tro se do lí a
em pe ro más su vi da pro cu ra ba
y ca ri dad de sí la co men za ba
Un he cho ho rren do di go las ti mo so
a quí su ce de es ta ban dos her ma nos
de ham bre el u no mue re y el ra bio so
que vi vo es tá le sa ca los li via nos
y bo fes y a sa du ra y muy go zo so
los cue ce en u na o lla por sus ma nos
y có me los y cuer po se co mie ra
si la muer te del muer to se en cu brie ra
Quedó por Capitán y por Teniente,
y en muerte sucesor de aquella tierra,
Oyolas, que fue arriba con la gente;
acá Francisco Ruiz hace la guerra
en Buenos Aires y anda diligente,
mas poco le aprovecha, que la perra
pestífera cruel hambre canina
a todos abandona y los arruina.
La gente ya comienza a enflaquecerse,
las raciones se acortan cada día,
no puede el padre al hijo socorrerse,
que cada cual su muerte más temía;
y aunque es muy natural el condolerse,
y cada cual del otro se dolía,
empero más su vida procuraba
y caridad de sí la comenzaba.
Un hecho horrendo digo lastimoso,
aquí sucede: estaban dos hermanos;
de hambre el uno muere, y el rabioso
que vivo está, le saca los livianos
y bofes y asadura, y muy gozoso
los cuece en una olla por sus manos
y cómelos; y cuerpo se comiera,
si la muerte del muerto se encubriera.
Quedo por Capitan y por Teniente,
Y en muerte sucesor de aquella tierra,
, que fué arriba con la gente:
Aca hace la guerra
En Buenos Aires, y anda diligente,
Mas poco le aprovecha, que la perra
Pestífera cruel hambre canina,
A todos abandona y los arruina.
La gente ya comienza a enflaquecerse,
Las raciones se acortan cada dia,
No puede el padre al hijo socorrerse,
Que cada cual su muerte mas temia;
Y aunque es muy natural el condolerse,
Y cada cual del otro se dolia,
Empero mas su vida procuraba,
Y caridad de si la comenzaba.
Un hecho horrendo, digo lastimoso,
Aqui sucede: estaban dos hermanos;
De hambre el uno muere, y el rabioso
Que vivo esta, le saca los livianos
Y bofes y asadura, y muy gozoso
Los cuece en una olla por sus manos,
Y comelos; y cuerpo se comiera,
Si la muerte del muerto se encubriera.