No quie ro re fe rir ex tra ñas co sas
cau sa das de es ta pe rra y vil ti ra na
que bien pu die ra yo muy do lo ro sas
U na mu jer ha bí a lla ma da A na
en tre o tras da mas be llas y her mo sas
to mó pa ga del cuer po u na ma ña na
for za da de la ham bre y e cha i gua la
al pre ten sor en ví a en ho ra ma la
E ra el ga lán pre ten so un ma ri ne ro
el pre cio u na ca be za de pes ca do
a cu de a la po sa da muy li ge ro
y vien do que la da ma le ha bur la do
al ca pi tán Ruiz buen jus ti cie ro
de la da ma se ha bí a que re lla do
el cual juz ga que cum pla el pro me ti do
o vuel va lo que tie ne re ci bi do
Mal di to se as juez si no qui sie ras
mi rar a nues tro Dios om ni po ten te
y de es to a buen juz gar te con mo vie ras
y a qui tar el pe ca do sub se cuen te
por e vi tar la muer te lo hi cie ras
Que cla ro es tá que el cas to y con ti nen te
me jor pa sa la ham bre que el vi cio so
y da do al vi cio y ac to lu ju rio so
No quiero referir extrañas cosas
causadas de esta perra y vil tirana,
que bien pudiera yo muy dolorosas.
Una mujer había, llamada Ana,
entre otras damas bellas y hermosas;
tomó paga del cuerpo una mañana,
forzada de la hambre, y echa iguala,
al pretensor envía en hora mala.
Era el galán pretenso un marinero,
el precio una cabeza de pescado;
acude a la posada muy ligero,
y viendo que la dama le ha burlado,
al capitán Ruiz, buen justiciero,
de la dama se había querellado,
el cual juzga que cumpla el prometido,
o vuelva lo que tiene recibido.
Maldito seas, juez, si no quisieras
mirar a nuestro Dios omnipotente,
y de esto a buen juzgar te conmovieras,
y a quitar el pecado subsecuente
por evitar la muerte, lo hicieras.
Que claro está que el casto y continente
mejor pasa la hambre que el vicioso
y dado al vicio y acto lujurioso.
No quiero referir estrañas cosas
Causadas de esta perra y vil tirana,
Que bien pudiera yo muy dolorosas.
Una muger habia, llamada ,
Entre otras damas bellas y hermosas;
Tomo paga del cuerpo una mañana,
Forzada de la hambre, y hecha iguala,
Al pretensor envia en hora mala.
Era el galan pretenso un marinero,
El precio una cabeza de pescado;
Acude a la posada muy ligero,
Y viendo que la Dama le ha burlado,
Al , buen justiciero,
De la dama se habia querellado;
El cual juzga que cumpla el prometido,
O vuelva lo que tiene recibido.
Maldito seas, juez, si no quisieras
Mirar a nuestro Dios omnipotente,
Y de esto a buen juzgar te conmovieras,
Y a quitar el pecado subsecuente
Por evitar la muerte, lo hicieras.
Que claro esta que el casto y continente
Mejor pasa la hambre que el vicioso,
Y dado al vicio y acto lujurioso.