Sa be mos se me jan te a es ta ba je za
que cau sa o tras dos mil es ta trai do ra
que aun que di ce el re frán que no es vi le za
y ser con nues tro Dios me re ce do ra
cre e mos la vir tud de la po bre za
sin su fa vor la pe rra es cau sa do ra
de ham bre que es un mal tan sin me di da
que da rá el pa dre al hi jo por la vi da
Mas vol va mos a O yo las y su gen te
que su be el rí o a rri ba muy go zo so
El puer to Pa ra guay que es al pre sen te
ha lla ron del ca ri be be li co so
Po bla do es ta ba a quí el fuer te y va lien te
Yan dua zu bí en la tie rra po de ro so
Ca pi tán y ca be za que re gí a
y to da la co mar ca le te mí a
A qués te fue en fa vor de los cris tia nos
e hi zo a Sa la zar que a llí po bla se
O yo las pa só el rí o y los pan ta nos
di cien do a Sa la zar que le a guar da se
Lle gó don de hin chó muy bien las ma nos
mas Dios no fue ser vi do que tor na se
que Sa la zar no cum ple el pro me ti do
por do el po bre de O yo las se ha per di do
Sabemos, semejante a esta bajeza,
que causa otras dos mil esta traidora,
que aunque dice el refrán que no es vileza,
y ser con nuestro Dios merecedora
creemos la virtud de la pobreza,
sin su favor la perra es causadora
de hambre, que es un mal tan sin medida
que dará el padre al hijo por la vida.
Mas volvamos a Oyolas y su gente,
que sube el río arriba muy gozoso.
El puerto Paraguay, que es al presente,
hallaron del caribe belicoso.
Poblado estaba aquí el fuerte y valiente
Yanduazubí, en la tierra poderoso
Capitán, y cabeza que regía,
y toda la comarca le temía.
Aquéste fue en favor de los cristianos,
e hizo a Salazar que allí poblase.
Oyolas pasó el río y los pantanos,
diciendo a Salazar que le aguardase.
Llegó donde hinchó muy bien las manos,
mas Dios no fue servido que tornase,
que Salazar no cumple el prometido,
por do el pobre de Oyolas se ha perdido.
Sabemos, semejante a esta bajeza,
Que causa otras dos mil esta traidora,
Que aunque dice el refran, que no es vileza,
Y ser con nuestro Dios merecedora
Creemos la virtud de la pobreza:
Sin su favor la perra es causadora,
De hambre, que es un mal tan sin medida,
Que dara el padre al hijo por la vida.
Mas volvamos a y su gente,
Que sube el rio arriba muy gozoso.
El puerto Paraguay, que es al presente,
Hallaron del belicoso.
Poblado estaba aqui el fuerte y valiente,
, en la tierra poderoso
Capitan, y cabeza que regía,
Y toda la comarca le temia.
Aqueste fue en favor de los cristianos,
Y hizo a que allí poblase.
paso el rio y los pantanos,
Diciendo a que le aguardase.
Llegó donde hinchó muy bien las manos,
Mas Dios no fué servido que tornase;
Que no cumple el prometido,
Por dó el pobre de se ha perdido.