Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

La pi la de la fuen te más te a

de tres pa sos en cua dra su he chu ra

de más que de hom bre mor tal pa re a

en ta lle per fec ción y com pos tu ra

En ex tre mo la pla ta re lu a

mos tran do su fi ne za y her mo su ra

El a gua di fe ren cia no mos tra ba

de la fuen te y pi lar do se a rro ja ba

La puer ta del pa la cio e ra pe que ña

de co bre pe ro fuer te y muy for ni da

el qui cio pues to y fir me en du ra pe ña

con fuer tes e di fi cios guar ne ci da

Se gu ro que del pe lo y de la gre ña

del vie jo del por te ro que es cre ci da

pu dié ra mos ha cer un gran ca bes tro

o íd pues del vie ja zo el mal si nies tro

A que llos que por di cha ya han pa sa do

por me dio de las to rres y co lu na

ha bien do las ro di llas ya pos tra do

le van tan do los o jos a la lu na

a ques te vie jo a les ha ha bla do

con u na muy fe roz voz im por tu na

y di ce A es te a do rad que es so lo u no

el Sol y fue ra dél o tro nin gu no

La pila de la fuente más tenía

de tres pasos en cuadra su hechura,

de más que de hombre mortal parecía

en talle, perfección y compostura.

En extremo la plata relucía

mostrando su fineza y hermosura.

El agua diferencia no mostraba

de la fuente y pilar do se arrojaba.

La puerta del palacio era pequeña,

de cobre, pero fuerte y muy fornida;

el quicio puesto, y firme en dura peña,

con fuertes edificios guarnecida.

Seguro que del pelo y de la greña

del viejo del portero, que es crecida,

pudiéramos hacer un gran cabestro,

oíd pues del viejazo el mal siniestro.

Aquellos que por dicha ya han pasado

por medio de las torres y coluna,

habiendo las rodillas ya postrado,

levantando los ojos a la luna,

aqueste viejo así les ha hablado

con una muy feroz voz importuna,

y dice: "A este adorad, que es solo uno

el Sol, y fuera dél otro ninguno".

La pila de la fuente mas tenia

De tres pasos en cuadra su hechura:

De mas que de hombre mortal parecía

En talle, perfeccion y compostura.

En estremo la plata relucía

Mostrando su fineza y hermosura.

El agua diferencia no mostraba

De la fuente y pilar dó se arrojaba.

La puerta del palacio era pequeña,

De cobre, pero fuerte y muy fornida:

El quicio puesto, y firme en dura peña,

Con fuertes edificios guarnecida.

Seguro que del pelo y de la greña,

Del viejo del portero, que es crecida,

Pudieramos hacer un gran cabestro:

Oid pues del viejazo el mal siniestro.

Aquellos que por dicha ya han pasado

Por medio de las torres y coluna,

Habiendo las rodillas ya postrado,

Levantando los ojos a la luna,

Aqueste viejo así les ha hablado,

Con una muy feroz voz importuna,

Y dice: A este adorad, que es solo uno

El Sol, y fuera dél otro ninguno.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0