Mal va do lla mo a Laz ca no yo en mi ver so
por ser cau sa pri me ra de un gran da ño
que nun ca se per die ra el u ni ver so
por Men do za man dar si quie ra un a ño
que si buen ce lo tu vo al fin fue ad ver so
a Men do za cau san do un mal ta ma ño
y al A bre go de muer te y gran fa ti ga
a to dos cuan tos e ran de la li ga
El A bre go por vo tos fue e le gi do
que cé du la re al dis po ne de es to
y sien do ya del pue blo re ci bi do
co mien za de en vi dar to do su res to
El Men do za se ve tan a fli gi do
y a ca so le fue A bre go muy mo les to
que no pu do su frir ver se bur la do
y o íd en lo que pa ra es te nu bla do
Con sus po cos a mi gos di cen qui so
tra tar de re co brar con nue va tra za
el man do Mas es te o tro tie ne a vi so
del ca so y con pres te za da le ca za
y prén de le al pun to de im pro vi so
y la ca be za cór tan le en la pla za
Al tiem po que cor tar se la que rí an
a sus hi jos ha bló que a llí ve ní an
Malvado llamo a Lazcano yo en mi verso
por ser causa primera de un gran daño,
que nunca se perdiera el universo
por Mendoza mandar siquiera un año;
que si buen celo tuvo, al fin fue adverso
a Mendoza causando un mal tamaño,
y al Abrego de muerte, y gran fatiga
a todos cuantos eran de la liga.
El Abrego por votos fue elegido,
que cédula real dispone de esto,
y siendo ya del pueblo recibido
comienza de envidar todo su resto.
El Mendoza se ve tan afligido,
y acaso le fue Abrego muy molesto,
que no pudo sufrir verse burlado,
y oíd en lo que para este nublado.
Con sus pocos amigos, dicen, quiso
tratar de recobrar con nueva traza
el mando. Mas este otro tiene aviso
del caso, y con presteza dale caza,
y préndele al punto de improviso,
y la cabeza córtanle en la plaza.
Al tiempo que cortar se la querían,
a sus hijos habló que allí venían.
Malvado llamo a Lazcano yo en mi verso
Por ser causa primera de un gran daño,
Que nunca se perdiera el universo,
Por mandar siquiera un año:
Que si buen celo tuvo al fin fué adverso
A causando un mal tamaño,
Y al de muerte, y gran fatiga
A todos cuantos eran de la liga.
El por votos fue elegido,
Que cédula real dispone de esto:
Y siendo ya del pueblo recibido,
Comienza de envidar todo su resto.
El se vé tan afligido,
Y acaso le fué muy molesto,
Que no pudo sufrir verse burlado;
Y oid en lo que para este nublado.
Con sus pocos amigos, dicen, quizo
Tratar de recobrar con nueva traza
El mando. Mas este otro tiene aviso
Del caso, y con presteza dále caza:
Y préndele al punto de improviso,
Y la cabeza cortánle en la plaza.
Al tiempo que cortar se la querian,
A sus hijos habló que allí venian.