Des de Cas ti lla al Rí o de la Pla ta
cua ren ta dí as so los se gas ta ban
y no e cha ba el pi lo to en e llo ca ta
y el rí o los na ví os em bo ca ban
El Ge ne ral lle gan do des ba ra ta
de dos na ví os las o bras que so bra ban
her mo sos ber gan ti nes que dan he chos
y en bre ve a la A sump ción fue ron de re chos
No quie ro a quí tra tar el gran con ten to
que to da la ciu dad ha re ci bi do
ni me nos la tris te za y el la men to
del ma lo que se ve ya so me ti do
Y aun que es to de pa sa da yo lo cuen to
muy bien fue en el su ce so co no ci do
pues cual quie ra re hú sa ser man da do
que el buey suel to se la me por el pra do
I ra la co mo ve que es tá con mie do
el tris te del O bis po y que la fe ria
por él co rre con ten to a le gre y le do
mu dan do muy en bre ve la ma te ria
le di ce mi Se ñor en cuan to pue do
tra ba jo que sal ga mos de la ce ria
bus can do si hay ri que zas en la tie rra
mas ten go gran tra ba jo con la gue rra
Desde Castilla al Río de la Plata
cuarenta días solos se gastaban,
y no echaba el piloto en ello cata,
y el río los navíos embocaban.
El General, llegando, desbarata
de dos navíos las obras que sobraban,
hermosos bergantines quedan hechos,
y en breve a la Asumpción fueron derechos.
No quiero aquí tratar el gran contento
que toda la ciudad ha recibido,
ni menos la tristeza y el lamento
del malo, que se ve ya sometido.
Y aunque esto de pasada yo lo cuento,
muy bien fue en el suceso conocido,
pues cualquiera rehúsa ser mandado,
que el buey suelto se lame por el prado.
Irala, como ve que está con miedo
el triste del Obispo, y que la feria
por él corre, contento, alegre y ledo,
mudando muy en breve la materia
le dice: mi Señor, en cuanto puedo
trabajo que salgamos de laceria
buscando si hay riquezas en la tierra,
mas tengo gran trabajo con la guerra.
En paz tiene la tierra, gobernando
Con gran sagacidad y señorío,
La gente rebelada castigando
Con fuerza, maña, y arte y poderío.
Los leales su causa ya juzgando
Por vana presumpcion y desvarío,
Por no tener de España nueva cierta,
Se le entran cada dia por la puerta.
el Sábio, rey muy poderoso,
Que en suerte el Nuevo Mundo le ha cabido,
Del aumento cristiano codicioso,
Al Paraguay ha proveido,
Del órden Franciscano religioso,
es su apellido:
por General vá de la armada,
Que fué para este efecto congregada.
Apréstase el armada muy hermosa,
Y sale de San Lucar, y se entrega
A las ondas del mar brava y sañosa;
Y con un viento próspero navega.
Ha sido en su viage tan dichosa,
Que al Río de la Plata presto llega,
Sin refriega de mar y sin tormenta,
Que al bueno Dios le ayuda y le sustenta.