Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Ver ga ra y el O bis po se han mo vi do

en es to de sa lir que no de bie ran

al Pe pe ro ha bien do ya ve ni do

a San ta Cruz do nun ca e llos vi nie ran

a llí les fue por Cha ves im pe di do

el ca mi no yo cre o que si pu die ran

pa sar e llos pa sa ran mas yo ha llo

que en pro pio mu la dar bien can ta el ga llo

El Cha ves a los Char cas va y ca mi na

de ján do se a los po bres muy llo ro sos

Tras él sa len des pués y de u na mi na

lle va ron gran des mues tras muy go zo sos

En ya se el me tal y pla ta fi na

se sa ca que mo vió a los co di cio sos

y en tre e llos Juan Or tiz Pi ca pen san do

ga nar hon ra y di ne ro go ber nan do

El li cen cia do Cas tro go ber na ba

y vis ta la in ten ción del pe ru le ro

y que en a ques te ca so él im por ta ba

por te ner a bun dan cia de di ne ro

El go bier no ar gen ti no le en car ga ba

qui tán do se le al po bre ca ba lle ro

el cual co mo se vi do des com pues to

a Cas ti lla se vi no muy dis pues to

Vergara y el Obispo se han movido

en esto de salir, que no debieran,

al Perú; pero habiendo ya venido

a Santa Cruz, do nunca ellos vinieran,

allí les fue por Chaves impedido

el camino; yo creo que si pudieran

pasar, ellos pasaran; mas yo hallo

que en propio muladar bien canta el gallo.

El Chaves a los Charcas va y camina,

dejándose a los pobres muy llorosos.

Tras él salen después, y de una mina

llevaron grandes muestras muy gozosos.

Ensáyase el metal, y plata fina

se saca, que movió a los codiciosos;

y entre ellos Juan Ortiz Pica, pensando

ganar honra y dinero gobernando.

El licenciado Castro gobernaba,

y vista la intención del perulero,

y que en aqueste caso él importaba

por tener abundancia de dinero.

El gobierno argentino le encargaba

quitándosele al pobre caballero,

el cual, como se vido descompuesto,

a Castilla se vino muy dispuesto.

De Medellin salio la dama bella,

De conocida, casta y gente clara:

Y aunque fué en hermosura linda estrella,

Fortuna se mostró con ella avara.

Procura el capitan luego con ella

Casarse, mas la muerte la llevára

Entonces, y no diera mala cuenta,

Causándose a si misma tanta afrenta.

Casóse en mal punto, y en hora mala,

Dios sabe lo que siento en escribillo.

Amor, que con lo bajo lo alto iguala,

La hace aficionarse a .

Cojélos en una sala,

Y como no es el caso de sufrillo,

Aunque la dama es tal, y el galan viejo,

A entrambos los ha muerto .

Entrando el capitan en su aposento,

Al adultero mató de una estocada:

La dama viene al grito con lamento,

La gente viene al grito alborotada:

Ayudanla a matar, ó crudo cuento,

¡Qué no hay quien te defienda, desdichada!

Fenece la extremada hermosura

En el colmo de extrema desventura.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0