Ma tien zo el Pre si den te no re pug na
en es to que for man do u na qui me ra
en el cuer no le po ne de la lu na
al ar gen ti no rei no y su ri be ra
y di ce que no pue de ha ber al gu na
pro vin cia de ri que za en tal ma ne ra
cual és ta aun que ro de en to do el mun do
en tre el po lo pri me ro y el se gun do
Y aun di ce un di cho ne cio y he de de ci llo
pues vi con ju ra men to yo a fir mar lo
y pro me tí yo a mu chos de es tri bi llo
ni quie re mi Ar gen ti na a quí ca llar lo
Si fue ra yo Fi li po a e se Tur qui llo
ha bí a con Es pa ña de de jar lo
de cí a por go zar de tan ta tie rra
tan be lla y a pa ci ble y tan sin gue rra
Con es tos de sa ti nos que de cí a
que muy gran de a fi ción al Ar gen ti no
mos tra ba el Pre si den te que te ní a
pro cu ran de vol ver se en su ca mi no
el O bis po y Te nien te que po ní a
en su lu gar Or tiz el za ra ti no
que es Cá ce res un hom bre bu lli cio so
a mi go de man dar y se di cio so
Matienzo el Presidente no repugna
en esto, que formando una quimera,
en el cuerno le pone de la luna
al argentino reino y su ribera,
y dice que no puede haber alguna
provincia de riqueza en tal manera
cual ésta, aunque rodeen todo el mundo
entre el polo primero y el segundo.
Y aun dice un dicho necio, y he de decillo,
pues vi con juramento yo afirmarlo,
y prometí yo a muchos de estribillo,
ni quiere mi Argentina aquí callarlo.
"Si fuera yo Filipo, a ese Turquillo
había con España de dejarlo",
decía, "por gozar de tanta tierra,
tan bella y apacible y tan sin guerra".
Con estos desatinos que decía,
que muy grande afición al Argentino
mostraba el Presidente que tenía,
procuran de volverse en su camino
el Obispo y Teniente, que ponía
en su lugar Ortiz el zaratino,
que es Cáceres un hombre bullicioso,
amigo de mandar y sedicioso.
y el se han movido,
En esto de salir, que no debieran,
Al Perú: pero habiendo ya venido
A Santa Cruz, dó nunca ellos vinieran;
Allí les fue por impedido
El camino: yo creo que si pudieran
Pasar, ellos pasáran; mas yo hallo
Que en propio muladar bien canta el gallo.
El a los Charcas va y camina,
Dejándose a los pobres muy llorosos.
Tras él salen despues, y de una mina
Llevaron grandes muestras muy gozosos.
Ensayase el metal, y plata fina
Se saca, que movió a los codiciosos;
Y entre ellos Pica, pensando
Ganar honra y dinero gobernando.
El licenciado
Y vista la intencion del perulero,
Y que en aqueste caso el importaba
Por tener abundancia de dinero.
El gobierno argentino le encargaba
Quitándosele al pobre caballero:
El cual como se vido descompuesto
A Castilla se vino muy dispuesto.