El Juan Or tiz se par te pa ra Li ma
Con tí tu lo y bla són de A de lan ta do
de ba rras lle va he cha gran de ri ma
que sa be Dios cual él las ha jun ta do
A ques to le cau sa ba gran es ti ma
y ser de to do el mun do res pe ta do
que tan to de va lor cual quie ra a bar ca
cuan to tie ne di ne ros en el ar ca
De Li ma se par tió muy pla cen te ro
por ver que le es for tu na fa vo ra ble
a Pa na má ca mi na muy li ge ro
con vien to en po pa sua ve y a mi ga ble
a lle ga a Pa na má con su di ne ro
y en bre ve lo ve réis muy mi se ra ble
que fe nin gu na ten go ni con fian za
en for tu na que es cier ta su mu dan za
En nom bre de Dios par te a Car ta ge na
y en tre ga su for tu na a u na fra ga ta
El Fran cés es to tie ne a di cha bue na
que le ha si do la pre sa muy ba ra ta
En cuén tra le y a mai na ve la an te na
le di ce y de ja a mi go a quí la pla ta
si no quie res de jar tam bién la vi da
a vuel tas de la pla ta a quí per di da
El Juan Ortiz se parte para Lima.
Con título y blasón de Adelantado
de barras lleva hecha grande rima,
que sabe Dios cual él las ha juntado.
Aquesto le causaba gran estima,
y ser de todo el mundo respetado,
que tanto de valor cualquiera abarca
cuanto tiene dineros en el arca.
De Lima se partió muy placentero
por ver que le es fortuna favorable;
a Panamá camina muy ligero,
con viento en popa suave y amigable
allega a Panamá con su dinero;
y en breve lo veréis muy miserable,
que fe ninguna tengo, ni confianza
en fortuna, que es cierta su mudanza.
En nombre de Dios parte a Cartagena,
y entrega su fortuna a una fragata.
El Francés esto tiene a dicha buena,
que le ha sido la presa muy barata.
Encuéntrale, "y amaina vela, antena",
le dice, "y deja, amigo, aquí la plata,
si no quieres dejar también la vida,
a vueltas de la plata aquí perdida".
el Presidente no repugna
En esto; que formando una quimera,
En el cuerno le pone de la luna
Al Argentino reino y su ribera:
Y dice, que no puede haber alguna
Provincia de riqueza en tal manera,
Cual esta; aunque rodeen todo el mundo
Entre el polo primero y el segundo.
Y aun dice un dicho necio, y he de decillo,
Pues ví con juramento yo afirmarlo,
Y prometí yo a muchos de escribillo,
Ni quiere mi Argentina aquí callarlo.
Si fuera yo , a ese
Habia con España de dejallo,
Decia, por gozar de tanta tierra,
Tan bella y apacible, y tan sin guerra.
Con estos desatinos que decia,
Que muy grande aficion al Argentino
Mostraba el que tenia,
Procuran de volverse en su camino
El , y teniente que ponia
En su lugar
Que es , un hombre bullicioso,
Amigo de mandar y sedicioso.