Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

El sol da do lle ca si ya muer to

y a no se le hi zo de es to car go

que el a que lle en a ques te puer to

el úl ti mo re ma te de des car go

le vi no de su bue no o mal con cier to

El u no de los tres se hi zo a lar go

de suer te que ja más hue so ni pe lo

se su po dél por mar ni por el sue lo

Los o tros dos gru me tes que que da ron

por ser con el mu la to en la hui da

y ha ber ya con fe sa do la in ten ta ron

es tan do ya su cau sa fe ne ci da

a muer te les con de nan y a pe la ron

lla mán do se me no res con ce di da

les fue la a pe la ción y que vi vie sen

pa ra que más tra ba jos pa de cie sen

De los que u na ca no a ha an to ma do

la cual en tie rra fir me fue ha lla da

el u no a ques te puer to se ha tor na do

el o tro va si guien do su jor na da

Ha an se dos me ses sus ten ta do

en tram bos con pal mi tos la tor na da

del tris te que lle muy fla co y ma lo

se ce le bra col gán do le de un pa lo

El soldado llegó casi ya muerto,

y así no se le hizo de esto cargo,

que el día que llegó en aqueste puerto

el último remate de descargo

le vino de su bueno o mal concierto.

El uno de los tres se hizo a largo,

de suerte que jamás hueso ni pelo

se supo dél por mar ni por el suelo.

Los otros dos grumetes que quedaron,

por ser con el mulato en la huida,

y haber ya confesado la intentaron,

estando ya su causa fenecida,

a muerte les condenan; y apelaron,

llamándose menores; concedida

les fue la apelación, y que viviesen,

para que más trabajos padeciesen.

De los que una canoa habían tomado,

la cual en tierra firme fue hallada,

el uno aqueste puerto se ha tornado,

el otro va siguiendo su jornada.

Habíanse dos meses sustentado

entrambos con palmitos; la tornada

del triste, que llegó muy flaco y malo,

se celebra colgándole de un palo.

El soldado llegó casi ya muerto,

Y asi no se le hizo de esto cargo,

Que el dia que llego en aqueste puerto

El ultimo remate de descargo

Le vino de su bueno ó mal concierto.

El uno de los tres se hizo a largo;

De suerte que jamas hueso ni pelo,

Se supo dél por mar ni por el suelo.

Los otros dos grumetes que quedaron,

Por ser con el en la huida,

Y haber ya confesado la intentaron,

Estando ya su causa fenecida,

A muerte les condenan; y apelaron,

Llamandose menores: concedida

Les fué la apellacion, y que viviesen,

Para que mas trabajos padeciesen.

De los que una canoa habian tomado,

La cual en tierra firme fué hallada,

El uno aqueste puerto se ha tornado,

El otro va siguiendo su jornada.

Habianse dos meses sustentado

Entreambos con palmitos; la tornada

Del triste, que llegó muy flaco y malo,

Se celebra, colgandole de un palo.

Volver al Índice

Mantenido por hdlabconicet

2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0