Pues los que es tán a cá en cru do llan to
es tán y tan mu da dos y tro ca dos
que só lo con mi rar los dan es pan to
y es tán de ver se ta les ad mi ra dos
A mu chos el pe lle jo co mo man to
les cu bre a que llos hue sos des car na dos
en o tros a gua hu mor co rrup to vien to
en tre pe lle jo y hue sos han a sien to
Hoy mue ren diez ma ña na mue ren vein te
no bas ta gen ti le za y bi za rrí a
a con tras tar el ha do ni el sa pien te
al rús ti co ven ta ja le ha cí a
La ga la y her mo su ra pres ta men te
fe ne ce y el a vi so y cor te sí a
que la ti ra na cruel ra bio sa pe rra
a ba rris co lo lle va to do a tie rra
A sí se van ya to dos a ca ban do
que es lás ti ma de ver rui na ta ma ña
los ga la nes y da mas sus pi ran do
en ver la muer te an dar con su gua da ña
los ni ños des ca e ci dos so llo zan do
tra ge dia re pre sen tan muy ex tra ña
y las ma dres mal di cen su ven tu ra
por ver les pa de cer tal des ven tu ra
Pues los que están acá, en crudo llanto
están, y tan mudados y trocados
que sólo con mirarlos dan espanto,
y están de verse tales admirados.
A muchos el pellejo como manto
les cubre aquellos huesos descarnados;
en otros agua, humor, corrupto viento,
entre pellejo y huesos han asiento.
Hoy mueren diez, mañana mueren veinte,
no basta gentileza y bizarría
a contrastar el hado, ni el sapiente
al rústico ventaja le hacía.
La gala y hermosura prestamente
fenece, y el aviso y cortesía,
que la tirana, cruel, rabiosa perra,
a barrisco lo lleva todo a tierra.
Así se van ya todos acabando,
que es lástima de ver ruina tamaña;
los galanes y damas suspirando,
en ver la muerte andar con su guadaña;
los niños descaecidos sollozando,
tragedia representan muy extraña;
y las madres maldicen su ventura
por verles padecer tal desventura.
Pues los que estan acá, en crudo llanto
Están, y tan mudados y trocados,
Que solo con mirarlos dan espanto,
Y están de verse tales admirados.
A muchos el pellejo como manto
Les cubre aquellos huesos descarnados,
En otros agua, humor, corrupto viento,
Entre pellejo y huesos han asiento.
Hoy mueren diez, mañana mueren veinte:
No basta gentileza y bizarría,
A contrastar el hado, ni el sapiente
Al rustico ventaja le hacia.
La gala y hermosura prestamente
Fenece, y el aviso y cortesía,
Que la tirana, cruel, rabiosa perra
A barrisco lo lleva todo a tierra.
Así se van ya todos acabando,
Que es lastima de ver ruina tamaña;
Los galanes y damas suspirando,
En ver la muerte andar con su guadaña,
Los niños descaecidos sollozando,
Tragedia representan muy estraña;
Y las madres maldicen su ventura,
Por verles padecer tal desventura.