No fue ra muy me jor di cen hi ji tos
que no hu bie ra yo tris te pa ri do
o ya que yo os pa rí que de chi qui tos
el al to cie lo os hu bie ra re ci bi do
o de ja ros a llá dan do mil gri tos
que yo vi ne a pa gar mi me re ci do
y a vo so tros mi bien es co sa cier ta
que no os fal ta ra pan de puer ta en puer ta
Mal di to se as ho nor y hon ra mun da na
pues bas tas te a sa car me de mi a sien to
No me fue ra me jor pa sa da lla na
que no bus car me jo ra con des cuen to
Vi nié ra me la muer te muy tem pra na
y nun ca yo me vie ra en tal tor men to
mas qui so mi des di cha con ser var me
pa ra con cru do gol pe las ti mar me
El tris te la men tar y las en de chas
que ca da cual can ta ba de su mo do
a la fal ta de pan i ban de re chas
que tra tar de co mer es ta ba to do
Las car nes con su mi das y des he chas
los ros tros de co lor de pu ro lo do
per dió el a mor su fuer za a quí de he cho
que ca da cual mi ra ba su pro ve cho
No fuera muy mejor, dicen, hijitos,
que no hubiera yo triste parido;
o ya que yo os parí, que de chiquitos
el alto cielo os hubiera recibido;
o dejaros allá dando mil gritos,
que yo vine a pagar mi merecido,
y a vosotros, mi bien, es cosa cierta
que no os faltara pan de puerta en puerta.
Maldito seas honor y honra mundana,
pues bastaste a sacarme de mi asiento.
¿No me fuera mejor pasada llana,
que no buscar mejora con descuento?
Viniérame la muerte muy temprana,
y nunca yo me viera en tal tormento;
mas quiso mi desdicha conservarme
para con crudo golpe lastimarme.
El triste lamentar y las endechas
que cada cual cantaba de su modo,
a la falta de pan iban derechas,
que tratar de comer estaba todo.
Las carnes consumidas y deshechas,
los rostros de color de puro lodo,
perdió el amor su fuerza aquí de hecho,
que cada cual miraba su provecho.
No fuera muy mejor, dicen, hijitos
Que no os hubiera yo triste parido,
O ya que yo os pari, que de chiquitos
El alto cielo os hubiera recibido:
O dejaros alla dando mil gritos,
Que yo vine a pagar mi merecido:
Y a vosotros, mi bien, es cosa cierta,
Que no os faltára pan de puerta en puerta.
Maldito seas honor, y honra mundana,
Pues bastaste a sacarme de mi asiento.
¿No me fuera mejor pasada llana,
Que no buscar mejora con descuento!
Vinierame la muerte muy temprana,
Y nunca yo me viera en tal tormento:
Mas quiso mi desdicha conservarme,
Para con crudo golpe lastimarme.
El triste lamentar y las endechas
Que cada cual cantaba de su modo,
A la falta del pan iban derechas,
Que en tratar de comer estaba todo.
Las carnes consumidas y deshechas,
Los rostros de color de puro lodo,
Perdio el amor su fuerza aqui de hecho,
Que cada cual miraba su provecho.