Tam bién a llá en la is la pre ten die ron
lle var de la al mi ran ta u nos sol da dos
la bar ca con la cual ir se qui sie ron
al puer to San Vi cen te en ca mi na dos
En es te ca so pues en tre vi nie ron
mu je res por huir los tris tes ha dos
mas no pu do cua jar se es te con cier to
que fue por las mu je res des cu bier to
Huir se to dos bien se lo de se a ban
que el te mor de mo rir les in ci ta ba
y al gu nos vi que a llí lo pro cu ra ban
aun que el po si ble a to dos les fal ta ba
So bre es to mu chas jun tas se e fec tua ban
y a al gu nos el jun tar vi da cos ta ba
E ra el do lor tris te zas y tor men tos
el ver po blar las hor cas de ham brien tos
A que llos que el huir se no han cer ta do
juz ga ban por no ver ca mi no cier to
y al pe rro que ha lla ban des man da do
ma ta ban y aun a pe nas e ra muer to
cuan do es tan do co ci do o mal a sa do
en el ham brien to vien tre e ra en cu bier to
te mien do que si el due ño lo su pie ra
la pre sa de las ma nos les co gie ra
También allá en la isla pretendieron
llevar de la almiranta unos soldados
la barca, con la cual irse quisieron
al puerto San Vicente encaminados.
En este caso, pues, entrevinieron
mujeres por huir los tristes hados;
mas no pudo cuajarse este concierto,
que fue por las mujeres descubierto.
Huirse todos bien se lo deseaban,
que el temor de morir les incitaba,
y algunos vi que allí lo procuraban,
aunque el posible a todos les faltaba.
Sobre esto muchas juntas se efectuaban,
y a algunos el juntar vida costaba.
Era el dolor, tristezas y tormentos,
el ver poblar las horcas de hambrientos.
Aquellos que el huirse no han certado,
juzgaban por no ver camino cierto;
y al perro que hallaban desmandado
mataban; y aun apenas era muerto
cuando, estando cocido o mal asado,
en el hambriento vientre era encubierto,
temiendo que si el dueño lo supiera
la presa de las manos les cogiera.
Tambien allá en la isla pretendieron
Llevar de la Almiranta unos soldados
La barca, con la cual ir se quisieron
Al puerto San Vicente encaminados.
En este caso, pues, entrevieron
Mugeres por huir los tristes hados;
Mas no pudo quajarse este concierto,
Que fué por las mugeres descubierto.
Huirse todos, se, lo deseaban,
Que el temor de morir les incitaba,
Y algunos ví que allí lo procuraban,
Aunque el posible a todos les faltaba:
Sobre esto muchas juntas se efectuaban,
Y a algunos el juntar vida costaba.
Era dolor, tristezas y tormentos,
El ver poblar las horcas de hambrientos.
Aquellos que el huirse no han certado,
Juzgaban por no ver camino cierto;
Y al perro que hallaban desmandado
Mataban: y aun a penas era muerto,
Cuando estando cocido ó mal asado,
En el hambriento vientre era encubierto,
Temiendo que si el dueño lo supiera,
La presa de las manos les cogiera.