Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Cu le bras quien ha lla ba e ra di cho so

y de pa dres y her ma nos en vi dia do

La gar ti jas pe que ñas yo bien o so

de cir que las co mal de mi gra do

y sé que me ha lla ba de se o so

de te ner a bun dan cia que pro ba do

su sa bor ri ca men te me sa a

y más que de ca bri tos pa re a

Al gu nos en ca zar de los ra to nes

tan dies tros y tan bi les es ta ban

que en true co de u na o dos o más ra cio nes

un me ro ta sa do con cer ta ban

Tam bién ha a u na es pe cie de li ro nes

que al mo do de co ne jos se gui sa ban

y aun que fal ta ba a cei te y vi no a ñe jo

la gran ham bre pres ta ba sal mo re jo

Los sa pos pon zo ño sos e hin cha dos

con es cuer zos no ci vos por muy sa nas

co mi das se juz ga ban que for za dos

los hom bres de su ra bia y fuer tes ga nas

es tan do los es cuer zos de so lla dos

juz ga ban ser en to do pu ras ra nas

y aun el sa bor de an que ex ce a

a las ra nas en gran de de ma a

Culebras quien hallaba era dichoso,

y de padres y hermanos envidiado.

Lagartijas pequeñas yo bien oso

decir que las comí, mal de mi grado,

y sé que me hallaba deseoso

de tener abundancia, que probado

su sabor ricamente me sabía,

y más que de cabritos parecía.

Algunos en cazar de los ratones

tan diestros y tan hábiles estaban,

que en trueco de una, o dos, o más raciones,

un número tasado concertaban.

También había una especie de lirones

que al modo de conejos se guisaban,

y aunque faltaba aceite y vino añejo,

la gran hambre prestaba salmorejo.

Los sapos ponzoñosos e hinchados,

con escuerzos nocivos, por muy sanas

comidas se juzgaban, que forzados

los hombres de su rabia y fuertes ganas,

estando los escuerzos desollados,

juzgaban ser en todo puras ranas,

y aun el sabor decían que excedía

a las ranas en grande demasía.

Culebras quien hallaba era dichoso,

Y de padres y hermanos envidiado,

Lagartijas pequeñas yo bien oso

Decir, que las comí mal de mi grado:

Y sé que me hallaba deseoso

De tener abundancia, que probado

Su sabor ricamente me sabia,

Y mas que de cabritos parecia.

Algunos en cazar de los ratones

Tan diestros y tan hábiles estaban,

Que en trueco de una, ó dos, ó mas raciones,

Un número tasado concertaban:

Tambien habia una especie de lirones,

Que al modo de conejos se guisaban,

Y aunque faltaba aceite y vino añejo,

La gran hambre prestaba salmorejo.

Los sapos ponzoñosos é hinchados,

Con escuerzos nocivos, por muy sanas

Comidas se juzgaban; que forzados

Los hombres de su rabia y fuertes ganas,

Estando los escuerzos desollados,

Juzgaban ser en todo puras ranas:

Y aun el sabor decian que excedia

A las ranas en grande demasía.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0