Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Pa sa da la la gu na se me tie ron

los sol da dos y gen te que ve a

por la mon ta ña a den tro y pa de cie ron

tra ba jo ca mi nan do en de ma a

Al fin al puer to pues to dos vi nie ron

pa sa do en ca mi nar el cuar to a

Juan Or tiz por la mar vie ne y na ve ga

dos as y tam bién al puer to a lle ga

Lle ga do con pla cer es re ci bi do

y lue go de ter mi na de par tir se

y a a que llos que di ji mos pre ten di do

ha an en la bar ca es ca bu llir se

en más gra ve pri sión los ha me ti do

por que ja más in ten ten de huir se

Con un So to ma yor fe ne ce pres to

de ján do le en un pa lo y hor ca pues to

Al tiem po que el ver du go ya que a

qui tar le la es ca le ra a ha bla ba

O íd un po co a ho ra Yo so a

u na o ra ción re zar y a cos tum bra ba

a ques to mu cho tiem po ca da a

Y hoy por mi des di cha la ol vi da ba

De jád me la de cir Mas no ha a ca ba do

cuan do el sa yón la es ca la le ha qui ta do

Pasada la laguna, se metieron

los soldados, y gente que venía,

por la montaña adentro, y padecieron

trabajo caminando en demasía.

Al fin al puerto, pues, todos vinieron,

pasado en caminar el cuarto día;

Juan Ortiz por la mar viene, y navega

dos días, y también al puerto allega.

Llegado, con placer es recibido,

y luego determina de partirse;

y a aquellos que dijimos pretendido

habían en la barca escabullirse,

en más grave prisión los ha metido

porque jamás intenten de huirse.

Con un Sotomayor fenece presto,

dejándole en un palo y horca puesto.

Al tiempo que el verdugo ya quería

quitarle la escalera, así hablaba:

"Oíd un poco ahora. Yo solía

una oración rezar, y acostumbraba

aquesto mucho tiempo cada día.

Y hoy, por mi desdicha, la olvidaba.

Dejádmela decir". Mas no ha acabado

cuando el sayón la escala le ha quitado.

Pasada la laguna, se metieron

Los soldados, y gente que venia,

Por la montaña adentro, y padecieron

Trabajo caminando en demasia.

Al fin al puerto, pues, todos vinieron,

Pasado en caminar el cuarto dia:

por la mar viene, y navega

Dos dias, y tambien al puerto allega.

Llegado, con placer es recibido,

Y luego determina de partirse;

Y a aquellos que digimos, pretendido

Habian en la barca escabullirse,

En mas grave prision los ha metido:

Porque jamas intenten de huirse.

Con un fenece presto,

Dejándole en un palo y horca puesto.

Al tiempo que el verdugo ya queria

Quitarle la escalera, así hablaba:

Oid un poco ahora: yo solia

Una oracion rezar, y acostumbraba

Aquesto mucho tiempo cada dia,

Y hoy, por mi desdicha, la olvidaba:

Dejádmela decir:--mas no ha acabado,

Cuando el sayon la escala le ha quitado.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0