Mil cuen tos se me jan tes yo pu die ra
de cir a quí mas só lo por a vi so
a to dos doy por co sa ver da de ra
que si quie ren go zar del Pa ra í so
no tra ten con Sa tán U no di je ra
des cál za me a quí dia blo De im pro vi so
un dia blo de la bo ta le ti ra ba
y la pier na a las vuel tas le a rran ca ba
Al ar ma da vol vien do ha bí a que da do
la ca pi ta na en se co y sin en te na
sin ár bol que ya di je fue cor ta do
Un dí a de bo nan za con mar lle na
por el con se jo y or den y man da do
de Juan Or tiz za bor da en el a re na
y a sí que dan do he cha for ta le za
la gen te sa le a tie rra sin pe re za
El al mi ran ta en flo te es tu vo dí as
mas tor na a dar en se co y des rum ba da
ha si do en trán do le a gua por mil ví as
Pro cú ra se que lue go se a va ra da
sus fuer zas co no cien do ya ser frí as
la gen te fue ra a pe nas de e lla e cha da
cuan do yen do la mar y men guan do
la na ve ca e el un la do re cos tan do
Mil cuentos semejantes yo pudiera
decir aquí, mas sólo por aviso
a todos doy por cosa verdadera
que si quieren gozar del Paraíso
no traten con Satán. Uno dijera,
descálzame aquí, diablo. De improviso
un diablo de la bota le tiraba
y la pierna a las vueltas le arrancaba.
Al armada volviendo, había quedado
la capitana en seco, y sin entena,
sin árbol, que ya dije fue cortado.
Un día de bonanza con mar llena,
por el consejo y orden y mandado
de Juan Ortiz, zaborda en el arena;
y así, quedando hecha fortaleza,
la gente sale a tierra sin pereza.
El almiranta en flote estuvo días,
mas torna a dar en seco, y desrumbada
ha sido, entrándole agua por mil vías.
Procúrase que luego sea varada,
sus fuerzas conociendo ya ser frías,
la gente fuera apenas de ella echada,
cuando yendo la mar y menguando,
la nave cae, el un lado recostando.
Mil cuentos semejantes yo pudiera
Decir aquí, mas solo por aviso
A todos doy por cosa verdadera,
Que si quieren gozar del Paraiso,
No traten con Satán. Uno dijera,
Descálzame aquí, diablo de improviso
Un de la bota le tiraba,
Y la pierna a las vueltas le arrancaba.
Al Armada volviendo habia quedado
La Capitana en seco, y sin antena,
Sin árbol, que ya dije fué cortado
Un dia de bonanza con mar llena:
Por el consejo, y órden y mandado
De , zaborda en el arena;
Y así, quedando hecha fortaleza,
La gente sale a tierra sin pereza.
El Almiranta en floto estuvo dias,
Mas torna a dar en seco, y desrumbada
Ha sido, entrándole agua por mil vias:
Procúrase que luego sea varada,
Sus fuerzas conociendo ya ser frias,
La gente fuera apenas de ella echada,
Cuando yendo la mar y agua menguando,
La nave cae, el un lado recostando.