Sa lien do pues en nues tro se gui mien to
la is la do es tu vi mos han to ma do
en los se pul cros vie ron el des cuen to
de la te rri ble rui na y tris te ha do
la hor ca dio tam bién su do cu men to
y mues tra de te mor y mal so bra do
Con to do al I bia za pa san de re chos
a don de son de to do sa tis fe chos
Mas quie ro yo con tar a quí pri me ro
de mo nos u na co sa muy ga la na
que cier to me con tó es te ca ba lle ro
di cien do que él lo vi do u na ma ña na
es tan do en es ta is la muy en te ro
su jui cio y ra zón muy li bre y sa na
De mo nos vio jun tar se gran ca na lla
y él pú so se a es con di das a mi ra lla
Un mo no gran de vie jo co mo a la no
es ta ba a la cua dri lla pre di can do
he rí a y a pun ta ba con la ma no
mu dan do el to no a ve ces y gri tan do
El au di to rio es ta ba por el lla no
a ten to a ma ra vi lla y es cu chan do
y él su bi do en un al to y se co tron co
de dar gri tos y vo ces es tá ron co
Saliendo, pues, en nuestro seguimiento,
la isla do estuvimos han tomado;
en los sepulcros vieron el descuento
de la terrible ruina y triste hado;
la horca dio también su documento
y muestra de temor y mal sobrado.
Con todo al Ibiaza pasan derechos,
a donde son de todo satisfechos.
Mas quiero yo contar aquí primero
de monos una cosa muy galana,
que cierto me contó este caballero,
diciendo que él lo vido una mañana,
estando en esta isla muy entero
su juicio, y razón muy libre y sana.
De monos vio juntarse gran canalla,
y él púsose a escondidas a miralla.
Un mono grande, viejo como alano,
estaba a la cuadrilla predicando,
hería y apuntaba con la mano,
mudando el tono a veces, y gritando.
El auditorio estaba por el llano,
atento a maravilla y escuchando,
y él subido en un alto y seco tronco,
de dar gritos y voces está ronco.
Saliendo, pues, en nuestro seguimiento,
La isla dó estuvimos han tomado,
En los sepulcros vieron el descuento,
De la terrible ruina y triste hado:
La horca dió tambien su documento,
Y muestra de temor y mal sobrado:
Con todo al Ibiaza pasan derechos,
A donde son de todo satisfechos.
Mas quiero yo contar aquí primero
De monos una cosa muy galana,
Que cierto me contó este caballero,
Diciendo: que él lo vido una mañana,
Estando en esta isla muy entero
Su juicio, y razon muy libre y sana:
De monos vió juntarse gran canalla,
Y él púsose a escondidas a miralla.
Un mono grande, viejo como alano,
Estaba a la cuadrilla predicando:
Heria y apuntaba con la mano,
Mudando el tono a veces, y gritando:
El auditorio estaba por el llano,
Atento a maravilla y escuchando,
Y él subido en un alto y seco tronco,
De dar gritos y voces está ronco.