Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

A su la do en el tron co dos es ta ban

a la ban da si nies tra y la de re cha

A qués tos la sa li va le qui ta ban

que gri tan do el mo na zo vier te y e cha

Con clu so su ser món to dos gri ta ban

y la cua dri lla y jun ta ya des he cha

a prie ta ca da cual dan do mil gri tos

y des pa cio va el mo no y pa je ci tos

Rui az muy con fu so con tem pla ba

el bru to ra zo nar de a quel mo na zo

Y co mo el ar ca buz pres to lle va ba

ti ran do le ma de un pe lo ta zo

Los dos mo ni llos pa jes que lle va ba

o yen do a quel te rri ble ar ca bu za zo

a prie tan por el mon te dan do gri tos

mas en bre ve a cu die ron in fi ni tos

Fue tan ta mul ti tud la que ve a

de mo nos a la muer te de a quel vie jo

que la tie rra do es ta ba se cu brí a

y hu ye de te mor el Mel ga re jo

Un in dio del Bra sil que a llí ve a

con so bra do do lor y so bre ce jo

le di ce y em be bi do en cru da sa ña

Por qué has muer to al Se ñor de la mon ta ña

A su lado en el tronco dos estaban,

a la banda siniestra y la derecha.

Aquéstos la saliva le quitaban

que gritando el monazo vierte y echa.

Concluso su sermón, todos gritaban,

y la cuadrilla y junta ya deshecha,

aprieta cada cual dando mil gritos,

y despacio va el mono y pajecitos.

Rui Díaz muy confuso contemplaba

el bruto razonar de aquel monazo.

Y como el arcabuz presto llevaba,

tirando le mató de un pelotazo.

Los dos monillos pajes que llevaba,

oyendo aquel terrible arcabuzazo,

aprietan por el monte, dando gritos,

mas en breve acudieron infinitos.

Fue tanta multitud la que venía

de monos a la muerte de aquel viejo,

que la tierra do estaba se cubría,

y huye de temor el Melgarejo.

Un indio del Brasil que allí venía,

con sobrado dolor y sobrecejo

le dice, y embebido en cruda saña:

"¿Por qué has muerto al Señor de la montaña?".

A su lado en el tronco dos estaban,

A la banda siniestra y la derecha:

Aquestos la saliva le quitaban,

Que gritando el monazo vierte y echa.

Concluso su sermon, todos gritaban,

Y la cuadrilla y junta ya deshecha,

Aprieta cada cual dando mil gritos,

Y despacio vá el mono y pagecitos.

muy confuso contemplaba

El bruto razonar de aquel monazo,

Y como el arcabuz presto llevaba,

Tirando le mato de un pelotazo.

Los dos monillos pages que llevaba,

Oyendo aquel terrible arcabuzazo,

Aprietan por el monte, dando gritos,

Mas en breve acudieron infinitos.

Fué tanta multitud la que venia

De monos a la muerte de aquel viejo,

Que la tierra do estaba se cubria,

Y huye de temor el .

Un Indio del Brasil que allí venia,

Con sobrado dolor y sobrecejo,

Le dice, y embebido en cruda saña:

¿Porqué has muerto al Señor de la montaña?

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0