Canto undécimo
Estando en tierra firme poblada la gente, son muertos y cautivos de indios cien hombres. Retráense los que quedan a la isla de San Gabriel, donde mueren muchos de hambre.
Al e nhor nar de ci mos que se en tuer tan
los pa nes y a sí ve mos que pa re ce
que cuan do en el prin ci pio no con cier tan
las co sas con pru den cia que a con te ce
que al fin de to do pun to des con cier tan
y el ca so mal guia do en mal fe ne ce
lo cual se mues tra cla ro en es te can to
que bien po drí a me jor lla mar le llan to
Es ta ba co mo di je ran che a da
la gen te sin ven tu ra en a quel lla no
de pa ja ca da cual he cha mo ra da
La i ne xo ra ble Par ca con ti ra no
de sa pia da do cur so des fre na da
con las ti je ras cru das en su ma no
co mien za de cor tar las tris tes vi das
que es ta ban a la vis ta más flo ri das
Al enhornar, decimos, que se entuertan
los panes; y así vemos que parece
que cuando en el principio no conciertan
las cosas con prudencia, que acontece
que al fin de todo punto desconciertan,
y el caso mal guiado en mal fenece;
lo cual se muestra claro en este canto,
que bien podría mejor llamarle llanto.
Estaba, como dije, rancheada
la gente sin ventura en aquel llano,
de paja cada cual hecha morada.
La inexorable Parca, con tirano,
desapiadado curso desfrenada,
con las tijeras crudas en su mano
comienza de cortar las tristes vidas
que estaban a la vista más floridas.
Estando en tierra firme
poblada la gente, son muertos y cautivos
de indios cien hombres.
Retráense los que quedan a la isla
de San Gabriel, donde mueren
muchos de hambre.
Al enhornar, decimos, que se entuertan
Los panes; y así vemos que parece,
Que cuando en el principio no conciertan
Las cosas con prudencia, que acontece,
Que al fin de todo punto desconciertan;
Y el caso mal guiado en mal fenece:
Lo cual se muestra claro en este canto,
Que bien podria mejor llamarle llanto.
Estaba, como dije, rancheada
La gente sin ventura en aquel llano,
De paja cada cual hecha morada.
La inexorable Parca, con tirano,
Desapiadado curso desfrenada,
Con las tijeras crudas en su mano,
Comienza de cortar las tristes vidas,
Que estaban a la vista mas floridas.