A sí co mo lle ga ron los pa ga nos
en dos a las en tor no se pu sie ron
des ma ya ron de mie do los cris tia nos
cuan do en me dio los in dios los co gie ron
Con los in dios vi nie ron a las ma nos
que de los ar ca bu ces no pu die ron
a pro ve char se co sa que la me cha
y pól vo ra que lle van no a pro ve cha
La pól vo ra mo ja da los ca ño nes
te ní a Juan Or tiz en mo he ci dos
ven ci do de sus va nas pre ten sio nes
no tie ne los sol da dos guar ne ci dos
las ar mas les qui tó y en o ca sio nes
las vuel ve que no son fa vo re ci dos
con e llas que no son ya de pro ve cho
que el mo ho y el o rín las ha des he cho
La más gen te que a yer bas ha sa li do
sin ar mas y sin fuer zas y sin brí o
con so los los cos ta les han par ti do
los más ca si des nu dos y con frí o
Pues lle ga el A ba yu ba en cru de ci do
a su la do con él vie ne su tí o
y en tram bos tal es tra go van ha cien do
que las yer bas del cam po van ti ñen do
Así como llegaron, los paganos
en dos alas en torno se pusieron,
desmayaron de miedo los cristianos
cuando en medio los indios los cogieron.
Con los indios vinieron a las manos,
que de los arcabuces no pudieron
aprovecharse, cosa que la mecha
y pólvora que llevan no aprovecha.
La pólvora mojada, los cañones
tenía Juan Ortiz enmohecidos;
vencido de sus vanas pretensiones,
no tiene los soldados guarnecidos;
las armas les quitó, y en ocasiones
las vuelve, que no son favorecidos
con ellas, que no son ya de provecho,
que el moho y el orín las ha deshecho.
La más gente que a yerbas ha salido,
sin armas y sin fuerzas y sin brío,
con solos los costales han partido,
los más casi desnudos y con frío.
Pues llega el Abayuba encrudecido,
a su lado con él viene su tío,
y entrambos tal estrago van haciendo
que las yerbas del campo van tiñendo.
Asi como llegaron, los paganos
En dos alas en torno se pusieron,
Desmayaron de miedo los cristianos,
Cuando en medio los indios los cogieron.
Con los indios vinieron a las manos,
Que de los arcabuces no pudieron
Aprovecharse, cosa que la mecha
Y polvora que llevan, no aprovecha.
La polvora mojada, los cañones
Tenia enmohecidos:
Vencido de sus vanas pretensiones,
No tiene los soldados guarnecidos;
Las armas les quito, y en ocasiones
Las vuelve, que no son favorecidos
Con ellas, que no son ya de provecho.
Que el moho y el orin las ha deshecho.
La mas gente que a yerbas ha salido,
Sin armas, y sin fuerzas y sin brio,
Con solos los costales han partido,
Los mas casi desnudos y con frio.
Pues llega el encrudecido,
A su lado con él viene su tio,
Y entrambos tal estrago van haciendo,
Que las yerbas del campo van tiñendo.