La gri ta y a la ri do le van ta ban
di cien do el Ca pi tán e cha pri sio nes
Los nues tros de fen der se pro cu ra ban
Los in dios vue lan más que u nos hal co nes
y a cuan tos con las bo las al can za ban
no bas ta a de fen der les mo rrio nes
Al fin muer tos y pre sos to dos fue ron
si no fue ron los dos que se hu ye ron
Ve ni dos al re al es tos hui dos
des pa cha Juan Or tiz a prie sa gen tes
con Pa blo San tia go son par ti dos
diez o do ce sol da dos di li gen tes
A qués tos en un ce rro es tán su bi dos
a vis ta del re al a do va lien tes
y as tu tos en la gue rra y muy cur sa dos
es tán con el te mor a co bar da dos
El sar gen to ma yor Mar tín Pi ne do
con cin cuen ta sol da dos ha par ti do
el Pa blo San tia go es ta ba que do
con sus do ce y los más que han a cu di do
El Sar gen to Ma yor no tie ne mie do
se gún di ce a Rol dán que ha ya ve ni do
Con su gen te ca mi na y lle ga do
do es ta ba San tia go a sí le ha ha bla do
La grita y alarido levantaban,
diciendo el Capitán echa prisiones.
Los nuestros defenderse procuraban.
Los indios vuelan más que unos halcones;
y a cuantos con las bolas alcanzaban,
no basta a defenderles morriones.
Al fin muertos y presos todos fueron,
si no fueron los dos que se huyeron.
Venidos al real estos huidos,
despacha Juan Ortiz a priesa gentes;
con Pablo Santiago son partidos
diez o doce soldados diligentes.
Aquéstos en un cerro están subidos
a vista del real, a do valientes
y astutos en la guerra, y muy cursados,
están con el temor acobardados.
El sargento mayor Martín Pinedo,
con cincuenta soldados ha partido;
el Pablo Santiago estaba quedo
con sus doce, y los más que han acudido.
El Sargento Mayor no tiene miedo,
según dice, a Roldán que haya venido.
Con su gente camina, y llegado
do estaba Santiago, así le ha hablado.
La grita y alarido levantaban,
Diciendo el echa prisiones:
Los nuestros defenderse procuraban,
Los indios vuelan mas que unos halcones;
Y a cuantos con las bolas alcanzaban,
No basta a defenderles morriones.
Al fin muertos y presos todos fueron,
Sino fueron los dos que se huyeron.
Venidos al real estos huidos,
Despacha a priesa gentes:
Con son partidos
Diez ó doce soldados diligentes.
Aquestos en un cerro estan subidos
A vista del real, a dó valientes
Y astutos en la guerra, y muy cursados,
Estan con el temor acobardados.
El ,
Con cincuenta soldados ha partido,
El estaba quedo
Con sus doce, y los mas que han acudido.
El no tiene miedo,
Segun dice, a que haya venido.
Con su gente camina; y llegado
Dó estaba , así le ha hablado.