Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

La gri ta y a la ri do le van ta ban

di cien do el Ca pi tán e cha pri sio nes

Los nues tros de fen der se pro cu ra ban

Los in dios vue lan más que u nos hal co nes

y a cuan tos con las bo las al can za ban

no bas ta a de fen der les mo rrio nes

Al fin muer tos y pre sos to dos fue ron

si no fue ron los dos que se hu ye ron

Ve ni dos al re al es tos hui dos

des pa cha Juan Or tiz a prie sa gen tes

con Pa blo San tia go son par ti dos

diez o do ce sol da dos di li gen tes

A qués tos en un ce rro es tán su bi dos

a vis ta del re al a do va lien tes

y as tu tos en la gue rra y muy cur sa dos

es tán con el te mor a co bar da dos

El sar gen to ma yor Mar tín Pi ne do

con cin cuen ta sol da dos ha par ti do

el Pa blo San tia go es ta ba que do

con sus do ce y los más que han a cu di do

El Sar gen to Ma yor no tie ne mie do

se gún di ce a Rol dán que ha ya ve ni do

Con su gen te ca mi na y lle ga do

do es ta ba San tia go a le ha ha bla do

La grita y alarido levantaban,

diciendo el Capitán echa prisiones.

Los nuestros defenderse procuraban.

Los indios vuelan más que unos halcones;

y a cuantos con las bolas alcanzaban,

no basta a defenderles morriones.

Al fin muertos y presos todos fueron,

si no fueron los dos que se huyeron.

Venidos al real estos huidos,

despacha Juan Ortiz a priesa gentes;

con Pablo Santiago son partidos

diez o doce soldados diligentes.

Aquéstos en un cerro están subidos

a vista del real, a do valientes

y astutos en la guerra, y muy cursados,

están con el temor acobardados.

El sargento mayor Martín Pinedo,

con cincuenta soldados ha partido;

el Pablo Santiago estaba quedo

con sus doce, y los más que han acudido.

El Sargento Mayor no tiene miedo,

según dice, a Roldán que haya venido.

Con su gente camina, y llegado

do estaba Santiago, así le ha hablado.

La grita y alarido levantaban,

Diciendo el echa prisiones:

Los nuestros defenderse procuraban,

Los indios vuelan mas que unos halcones;

Y a cuantos con las bolas alcanzaban,

No basta a defenderles morriones.

Al fin muertos y presos todos fueron,

Sino fueron los dos que se huyeron.

Venidos al real estos huidos,

Despacha a priesa gentes:

Con son partidos

Diez ó doce soldados diligentes.

Aquestos en un cerro estan subidos

A vista del real, a dó valientes

Y astutos en la guerra, y muy cursados,

Estan con el temor acobardados.

El ,

Con cincuenta soldados ha partido,

El estaba quedo

Con sus doce, y los mas que han acudido.

El no tiene miedo,

Segun dice, a que haya venido.

Con su gente camina; y llegado

Dó estaba , así le ha hablado.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0