Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

El ca pi tán Rui az a pres ta do

sa lió de San Vi cen te y to puer to

en Yu mi que ha be mos ya tra ta do

do vi do del ar ma da el des con cier to

Al o de la Pla ta en de re za do

el rum bo lle va a pri sa que es cier to

que Juan Or tiz pa de ce con su gen te

a lle ga pues un a pres ta men te

El tris te la men tar que a llí hi cie ron

des que en tan ta mi se ria nos ha lla ron

a quel do lor y pe na que sin tie ron

las gri mas que to dos de rra ma ron

no quie ro re fe rir mas que vi nie ron

a tiem po que a llo rar nos a yu da ron

tam bién con sus re ga los a yu da ban

a mu chos que la vi da ya de ja ban

Con su ve ni da to dos re su ci tan

que vien do la mi se ria tan cre ci da

a dar de lo que tie nen bien se in ci tan

por vol ver de la muer te a al gu no a vi da

Con es to ya las fuer zas se ha bi li tan

de a que llos que la muer te de ven ci da

lle va ba y si Ro dri go no vi nie ra

sin du da to do el res to pe re cie ra

El capitán Rui Díaz aprestado

salió de San Vicente y tomó puerto

en Yumirí, que habemos ya tratado,

do vido del armada el desconcierto.

Al Río de la Plata enderezado,

el rumbo lleva a prisa, que está cierto

que Juan Ortiz padece; con su gente

allega, pues, un día prestamente.

El triste lamentar que allí hicieron,

des que en tanta miseria nos hallaron,

aquel dolor y pena que sintieron,

las lágrimas que todos derramaron,

no quiero referir, mas que vinieron

a tiempo que a llorar nos ayudaron;

también con sus regalos ayudaban

a muchos que la vida ya dejaban.

Con su venida todos resucitan,

que viendo la miseria tan crecida,

a dar de lo que tienen bien se incitan

por volver de la muerte a alguno a vida.

Con esto ya las fuerzas se habilitan

de aquellos que la muerte de vencida

llevaba, y si Rodrigo no viniera,

sin duda todo el resto pereciera.

El capitan aprestado,

Salió de San Vicente y tomo puerto

En Yumirí, que habemos ya tratado,

Do vido del Armada el desconcierto.

Al Río de la Plata enderezado,

El rumbo lleva a prisa, que esta cierto,

Que padece; con su gente

Allega, pues, un dia prestamente.

El triste lamentar que allí hicieron,

Dés que en tanta miseria nos hallaron,

Aquel dolor y pena que sintieron,

Las lagrimas que todos derramaron,

No quiero referir: mas que vinieron

A tiempo que a llorar nos ayudaron;

Tambien con sus regalos ayudaban

A muchos, que la vida ya dejaban.

Con su venida todos resucitan,

Que viendo la miseria tan crecida,

A dar de lo que tienen bien se incitan,

Por volver de la muerte a alguno a vida:

Con esto ya las fuerzas se habilítan

De aquellos que la muerte de vencida

Llevaba, y si no viniera,

Sin duda todo el resto pereciera.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0