Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Sa mo nos de a quí que se te a

que el in dio se pu sie se en em bos ca da

di cien do que a las bo cas es ta a

Y cier to fue la co sa bien pen sa da

que a no sa lir muy mal su ce de a

pues sien do la ma ña na ya lle ga da

los in dios a do es ba mos vi nie ron

y a Mo ra y a Lo ria nos tra je ron

En el bar co pe que ño se ha me ti do

el ma íz y cap ti vos re fe ri dos

en bre ve a nues tra ar ma da se ha ve ni do

a do de ham bre es tán des fla que ci dos

y a ha ber se es ta co mi da de te ni do

de ham bre fue ran to dos pe re ci dos

Mas Dios re me dia el tiem po pe li gro so

con ma no de Se ñor tan po de ro so

Pues lle ga la co mi da y los cau ti vos

y sa len al en cuen tro lue go to dos

es ta ban ya diez me nos de los vi vos

y a qués tos de dos mil suer tes y mo dos

Los pa dres con los hi jos son es qui vos

los u nos y los o tros co mo lo dos

los ros tros ma nos pies to dos tem blan do

los o jos ha cia el cie lo le van tan do

Salímonos de aquí, que se temía

que el indio se pusiese en emboscada,

diciendo que a las bocas estaría.

Y cierto fue la cosa bien pensada,

que a no salir muy mal sucedería,

pues siendo la mañana ya llegada,

los indios a do estábamos vinieron,

y a Mora y a Loria nos trajeron.

En el barco pequeño se ha metido

el maíz y captivos referidos;

en breve a nuestra armada se ha venido,

a do de hambre están desflaquecidos;

y a haberse esta comida detenido,

de hambre fueran todos perecidos.

Mas Dios remedia el tiempo peligroso

con mano de Señor tan poderoso.

Pues llega la comida y los cautivos,

y salen al encuentro luego todos;

estaban ya diez menos de los vivos,

y aquéstos de dos mil suertes y modos.

Los padres con los hijos son esquivos,

los unos y los otros como lodos

los rostros; manos, pies, todos temblando,

los ojos hacia el cielo levantando.

Salimonos de aquí, que se temia

Que el indio se pusiese en emboscada,

Diciendo que a las bocas estaria.

Y cierto fué la cosa bien pensada:

Que a no salir muy mal sucedería,

Pues siendo la mañana ya llegada,

Los indios a dó estabamos vinieron,

Y a y a nos trajeron.

En el barco pequeño se ha metido

El maiz, y captivos referidos;

En breve a nuestra Armada se ha venido,

A dó de hambre estan desflaquecidos:

Y a haberse esta comida detenido,

De hambre fueran todos perecidos.

Mas Dios remedia el tiempo peligroso,

Con mano de Señor tan poderoso.

Pues llega la comida y los cautivos,

Y salen al encuentro luego todos:

Estaban ya diez menos de los vivos,

Y aquestos de dos mil suertes y modos.

Los padres con los hijos son esquivos,

Los unos y los otros como lodos

Los rostros; manos, pies, todos temblando,

Los ojos hácia el cielo levantando.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0