Yan du ba llo ca ye ra en tie rra frí o
la tris te Li ro pe ya des ma ya da
el mo zo con cre ci do des va rí o
a la mo za ha bló que es tá tur ba da
Vol ved en vos le di ce ya a mor mí o
que es ta ven tu ra es ta ba a mí guar da da
que ser tan lin do be llo y so be ra no
no ha bí a de go zar lo a quel pa ga no
La mo za con ar did y fin gi mien to
al cris tia no ro gó no se a par ta se
de a llí si la que rí a dar con ten to
sin que pri me ro al muer to se pul ta se
y que con clu so ya el en te rra mien to
con él en el ca ba llo la lle va se
Pro cu ran do el man ce bo pla cer dar le
al muer to de ter mi na de en te rrar le
El ho yo no te ní a me dio he cho
cuan do la Li ro pe ya con la es pa da
del mo zo se ha he ri do por el pe cho
de suer te que la me dia a tra ve sa da
que dó di cien do Haz tam bién el le cho
en que es té jun ta men te se pul ta da
con Yan du ba llo a ques ta sin ven tu ra
en u na mis ma hue sa y se pul tu ra
Yanduballo cayera en tierra frío,
la triste Liropeya desmayada;
el mozo con crecido desvarío
a la moza habló, que está turbada:
"Volved en vos", le dice, "ya amor mío,
que esta ventura estaba a mí guardada,
que ser tan lindo, bello y soberano,
no había de gozarlo aquel pagano".
La moza, con ardid y fingimiento,
al cristiano rogó no se apartase
de allí, si la quería dar contento,
sin que primero al muerto sepultase;
y que concluso ya el enterramiento
con él en el caballo la llevase.
Procurando el mancebo placer darle,
al muerto determina de enterrarle.
El hoyo no tenía medio hecho,
cuando la Liropeya con la espada
del mozo se ha herido por el pecho,
de suerte que la media atravesada
quedó diciendo: "Haz también el lecho
en que esté juntamente sepultada
con Yanduballo aquesta sin ventura
en una misma huesa y sepultura".
cayéra en tierra frio,
La triste desmayada;
El mozo con crecido desvario
A la moza habló, que está turbada:
Volved en vos, le dice, ya amor mio,
Que esta ventura estaba a mi guardada,
Que ser tan lindo, bello y soberano,
No habia de gozarlo aquel pagano.
La moza, con ardid y fingimiento,
Al cristiano rogó no se apartase
De allí, si la queria dar contento,
Sin que primero al muerto sepultase;
Y que concluso ya el enterramiento
Con él en el caballo la llevase.
Procurando el mancebo placer darle,
Al muerto determina de enterrarle.
El hoyo no tenia medio hecho,
Cuando la con la espada
Del mozo se ha herido por el pecho;
De suerte que la media atravesada,
Quedó diciendo: haz tambien el lecho
En que esté juntamente sepultada
Con aquesta sin ventura,
En una misma huesa y sepultura.