Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Yan du ba llo ca ye ra en tie rra frí o

la tris te Li ro pe ya des ma ya da

el mo zo con cre ci do des va o

a la mo za ha bló que es tur ba da

Vol ved en vos le di ce ya a mor o

que es ta ven tu ra es ta ba a mí guar da da

que ser tan lin do be llo y so be ra no

no ha a de go zar lo a quel pa ga no

La mo za con ar did y fin gi mien to

al cris tia no ro no se a par ta se

de a llí si la que a dar con ten to

sin que pri me ro al muer to se pul ta se

y que con clu so ya el en te rra mien to

con él en el ca ba llo la lle va se

Pro cu ran do el man ce bo pla cer dar le

al muer to de ter mi na de en te rrar le

El ho yo no te a me dio he cho

cuan do la Li ro pe ya con la es pa da

del mo zo se ha he ri do por el pe cho

de suer te que la me dia a tra ve sa da

que di cien do Haz tam bién el le cho

en que es jun ta men te se pul ta da

con Yan du ba llo a ques ta sin ven tu ra

en u na mis ma hue sa y se pul tu ra

Yanduballo cayera en tierra frío,

la triste Liropeya desmayada;

el mozo con crecido desvarío

a la moza habló, que está turbada:

"Volved en vos", le dice, "ya amor mío,

que esta ventura estaba a mí guardada,

que ser tan lindo, bello y soberano,

no había de gozarlo aquel pagano".

La moza, con ardid y fingimiento,

al cristiano rogó no se apartase

de allí, si la quería dar contento,

sin que primero al muerto sepultase;

y que concluso ya el enterramiento

con él en el caballo la llevase.

Procurando el mancebo placer darle,

al muerto determina de enterrarle.

El hoyo no tenía medio hecho,

cuando la Liropeya con la espada

del mozo se ha herido por el pecho,

de suerte que la media atravesada

quedó diciendo: "Haz también el lecho

en que esté juntamente sepultada

con Yanduballo aquesta sin ventura

en una misma huesa y sepultura".

cayéra en tierra frio,

La triste desmayada;

El mozo con crecido desvario

A la moza habló, que está turbada:

Volved en vos, le dice, ya amor mio,

Que esta ventura estaba a mi guardada,

Que ser tan lindo, bello y soberano,

No habia de gozarlo aquel pagano.

La moza, con ardid y fingimiento,

Al cristiano rogó no se apartase

De allí, si la queria dar contento,

Sin que primero al muerto sepultase;

Y que concluso ya el enterramiento

Con él en el caballo la llevase.

Procurando el mancebo placer darle,

Al muerto determina de enterrarle.

El hoyo no tenia medio hecho,

Cuando la con la espada

Del mozo se ha herido por el pecho;

De suerte que la media atravesada,

Quedó diciendo: haz tambien el lecho

En que esté juntamente sepultada

Con aquesta sin ventura,

En una misma huesa y sepultura.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0