Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

El ber gan tín le vi do mas pri me ro

le ha an des cu bier to tres sol da dos

a qués tos die ron ar ma muy li ge ro

los ar ca bu ces fue ron bien car ga dos

No vi de que que a ser pos tre ro

al gu no por que to dos a pres ta dos

en un pun to sa lie ron muy go zo sos

por dar fin al Cha rrú a co di cio sos

Do ce ca ba llos so los se en si lla ron

el Ca pi tán con on ce com pa ñe ros

que mu chas de las si llas se mo ja ron

sa lie ron vein ti dós ar ca bu ce ros

Los bár ba ros a vis ta se lle ga ron

con or den y a pa ra to de gue rre ros

con trom pas y bo ci nas y a tam bo res

hun dien do to do el cam po y re de do res

El Ca pi tán man que se em bos ca sen

los on ce de a ca ba llo has ta tan to

que los a le gres bár ba ros lle ga sen

a ti ro de ar ca buz por que de es pan to

de ver a los ca ba llos no tor na sen

Y el Ca pi tán se pu so al o tro can to

con sus ar ca bu ce ros a ten dien do

se fue se el e ne mi go in tro du cien do

El bergantín le vido, mas primero

le habían descubierto tres soldados,

aquéstos dieron arma muy ligero,

los arcabuces fueron bien cargados.

No vide que quería ser postrero

alguno, porque todos aprestados

en un punto salieron muy gozosos

por dar fin al Charrúa codiciosos.

Doce caballos solos se ensillaron,

el Capitán con once compañeros

(que muchas de las sillas se mojaron),

salieron veintidós arcabuceros.

Los bárbaros a vista se llegaron

con orden y aparato de guerreros,

con trompas y bocinas y atambores,

hundiendo todo el campo y rededores.

El Capitán mandó que se emboscasen

los once de a caballo, hasta tanto

que los alegres bárbaros llegasen

a tiro de arcabuz, porque de espanto

de ver a los caballos no tornasen.

Y el Capitán se puso al otro canto

con sus arcabuceros, atendiendo

se fuese el enemigo introduciendo.

El bergantin le vido, mas primero

Le habian descubierto tres soldados,

Aquestos dieron arma muy ligero,

Los arcabuces fueron bien cargados.

No vide que queria ser postrero

Alguno, porque todos aprestados

En un punto salieron muy gozosos,

Por dar fin al codiciosos.

Doce caballos solos se ensillaron,

El con once compañeros,

(Que muchas de las sillas se mojaron)

Salieron veintidos arcabuceros.

Los bárbaros a vista se llegaron

Con órden y aparato de guerreros,

Con trompas, y bocinas y atambores,

Hundiendo todo el campo y rededores.

El mandó que se emboscasen

Los once de a caballo, hasta tanto

Que los alegres bárbaros llegasen

A tiro de arcabuz, porque de espanto

De ver a los caballos, no tornasen:

Y el se puso al otro canto

Con sus arcabuceros, atendiendo

Se fuese el enemigo introduciendo.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0