Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Más co sas les o í por mis o í dos

que un po co de su len gua ya en ten a

Gri ta ban da ban vo ces a la ri dos

con su gri ta la tie rra es tre me a

Cual in dio la per ne ta cual fin gi dos

mo ti nes y a de ma nes cual ha a

que ca e en tie rra tris te y des ma ya do

y en un pun to ve reis le le van ta do

Lla ma ban con las man tas que tra í an

ce ñi das a los cuer pos no ce san do

de dar vo ces di cien do que que an

po ner se nue vos nom bres pe le an do

Mas vien do que los nues tros ya sa an

al al to se vol an re ti ran do

juz gan do por me jor un al to ce rro

y el sue ño co mo di cen fue del pe rro

Sa lien do al al to y sien do tras pa sa do

un po co de pan ta no que a llí es ta ba

el Ca pi tán a prie sa ha ca mi na do

los on ce de a ca ba llo que lle va ba

si guie ron con es fuer zo de no da do

la trom pa con pres te za re so na ba

en e llos San tia go San tia go

y o íd un be llo lan ce y gran es tra go

Más cosas les oí por mis oídos,

que un poco de su lengua ya entendía.

Gritaban, daban voces, alaridos,

con su grita la tierra estremecía.

Cual indio la perneta, cual fingidos

motines y ademanes, cual hacía

que cae en tierra triste y desmayado

y en un punto vereisle levantado.

Llamaban con las mantas que traían

ceñidas a los cuerpos, no cesando

de dar voces, diciendo que querían

ponerse nuevos nombres peleando.

Mas viendo que los nuestros ya salían,

al alto se volvían retirando,

juzgando por mejor un alto cerro,

y el sueño, como dicen, fue del perro.

Saliendo al alto, y siendo traspasado

un poco de pantano que allí estaba,

el Capitán a priesa ha caminado;

los once de a caballo que llevaba

siguieron con esfuerzo denodado;

la trompa con presteza resonaba

en ellos, Santiago, Santiago,

y oíd un bello lance y gran estrago.

Mas cosas les oí por mis oidos,

Que un poco de su lengua ya entendia,

Gritaban, daban voces, alaridos,

Con su grita la tierra estremecia.

Cual indio la perneta, cual fingidos

Motines y ademanes, cual hacia

Que cae en tierra triste y desmayado,

Y en un punto veréisle levantado.

Llamaban con las mantas que traian

Ceñidas a los cuerpos, no cesando

De dar voces, diciendo, que querían

Ponerse nuevos nombres peleando.

Mas viendo que los nuestros ya salían,

Al alto se volvian retirando,

Juzgando por mejor un alto cerro,

Y el sueño, como dicen, fué del perro.

Saliendo al alto, y siendo traspasado

Un poco de pantano que allí estaba,

El a priesa ha caminado;

Los once de a caballo que llevaba

Siguieron con esfuerzo denodado:

La trompa con presteza resonaba

En ellos, , ,

Y oid un bello lance y gran estrago.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0